viernes, febrero 10, 2006

Enseñanza Declarativa

Ultimamente son bastantes las reflexiones que se hacen sobre el Sistema Educativo, aunque gran parte de ellas estén desencaminadas, no en sus resultados sino en su mero objetivo.

Una de las mayores reflexiones es todo el tema que atañe a la Convergencia con el Espacio Europeo de Educación Superior y el dichoso término de Calidad.

Hace un tiempo hubo unas Jornadas de Docencia en la EUITIO (muy interesantes y a las que me habría gustado asistir más) en las que unos profesores presentaron ponencias sobre el tema, explicando iniciativas, resultados...

El Director de la Escuela (a quen, aunque no lo parezca, va dirigido el post) nos propuso a los alumnos presentar algo en dichas Jornadas y, aunque por vagancia y falta de tiempo no lo hicimos, algunos teníamos una tesis que defender en base a la experiencia objetiva de nuestra educación.

Ahora tiremos por el tema un poco más informático, aunque os juro que es solo el intento de un símil con el mundo real.

En Programación hay varios paradigmas, cada uno con sus aciertos y sus fallos. Podríamos dividirlos en dos, el Paradigma Imperativo y el Paradigma Declarativo.

En el paradigma imperativo, le dices al ordenador cómo ha de operar. El ordenador no se podrá hacer idea de que va a hacer y simplemente se dedica a ejecutar instrucción a instrucción sin ver ninguna finalidad.

En el paradigma declarativo, lo que le dices al ordenador es lo que debe hacer. El programador no tendrá idea de cómo se va a llevar a cabo esa operación. Lo único que importa es que el resultado sea correcto y se confía en ello.

Por poner un ejemplo cercano al mundo real. Alguien llega, te señala un montón de naipes y pretende que los cuentes.

Con el paradigma imperativo lo que te diría sería: "Coge esas cartas, ve pasándolas de una en una, y por cada una que pases añade uno a un número en tu cabeza (al principio el número es 0). Luego dime el número.".

Con el paradigma declarativo te diría :"Coge esas cartas, cuéntalas y dime el número."

Tú podrías contarlas una a una, hacer dos grupos iguales y contar solo uno de los grupos y multiplicar por dos, medir el ancho de una carta y el ancho total del grupo... Da igual, siempre y cuando digas el número correcto.

Eso, claro está, presupone cierta inteligencia en tí y pueden surgir problemas que el hombre que te manda debe saber afrontar para ayudar.

Pero además, esa ayuda que te proporciona y tu inteligencia te permite seleccionar mejores estrategias, reutilizar conocimientos... En el caso imperativo, como mucho, podrás pasar más rápido las cartas.

¿Qué tal va el símil? ¿Demasiado forzado? ¿No entendeis nada? Bien veamos si puedo ayudar.

Un estudiante desconoce el significado concreto de una asignatura. No sabe qué le va a aportar, qué tiene que ver en ella o qué es lo que tiene que saber. Pero tiene delante unos apuntes. Las instrucciones mágicas para aprobar la asignatura. No es solo por el mero hecho de quitarse una asignatura. Es que si se estudia los apuntes y se los sabe, dado que han sido dados por el profesor, hemos de imaginar que se cumplirán los objetivos de la asignatura, sean cuales fueren.

Así que el estudiante se pone a leer folios y folios de información. Al final se examina y tiene unos resultados que, si son buenos, le llevan a creer que ha cumplido los objetivos.

Lamentablemente la memoria humana es así y los conocimientos que se le quedan al estudiante a los pocos días no llegan mucho más allá de un 20%.
Por otra parte, los conocimientos adquiridos serán solo de esa asignatura y, excepto asignaturas muy básicas, no serán fácilmente reciclables en otras, por lo que la asignatura se parecerá a una caja negra, aislada del exterior y sin relación con las demás ni con el mundo real.

¿Qué? ¿Esto ya va mejor? ¿Alguien se ha reconocido ya? Veo sonrisas... Pues a este punto llegamos algunos cuando nos preguntamos hace tiempo por uno de los grandes problemas de la docencia en este tiempo.

No señores, no hablo de no tener un ordenador con TFT para cada uno, ni una cafetería en el edificio. No hablo del absentismo, del bajo nivel de aprobados, de los malos comportamientos en clase. Hablo de la falta de motivación total para el estudiante.

El problema de ciertas asignaturas no es que te hagan trabajar, pues algunas de las asignaturas más interesantes que me encontré exigía mucho trabajo, sino su incapacidad para motivarte a que hagas lo que tiene que hacer.

Hay muchas causas para esa desmotivación, pero quizás haya manera de agruparlas en un solo grupo muy abstracto. Estudiemos unas causas:

No sirve para nada

Bueno. Asumamos que quienes hacen un Plan de Estudios no son solo vampiros sedientos de juventud. Si una asignatura está es porque tiene algo de interés, aunque en muchos casos es a un nivel que no somos capaces de entender y que se ve ahogado entre todos esos apuntes.

Por ejemplo. Cálculo debería ayudar a la capacidad de abstracción de la gente. Debería enseñarte a reutilizar coocimientos, buscar estrategias para resolver problemas y enfrentarte con el mundo abstracto que rodea a un informático.

¿Que enseñan? A hacer límites. En este caso no es que el estudiante no sepa qué ha de aprender. Es que posiblemente el profesor se haya olvidado del objetivo y se quede solo en la sinstrucciones.

Es demasiado difícil



Una asignatura ha de ayudar a cumplir unos objetivos. Si los objetivos son demasiado complicados de cumplir en conjunto, la asignatura ha de dividirse en varias.

Sin embargo, lo que ocurre normalmente es que la cantidad de conocimientos que se desean meter en la cabeza del alumno son demasiados y, si bien cumplen los objetivos, lo hacen de una manera poco optimizada.

En Informática no son pocos los ejemplos de código que cumple un objetivo de manera totalmente ineficiente. El no dar a los alumnos la posibilidad de buscarse sus caminos hará que den la asignatura por imposible (y eso pasa).

No me gusta



Bien, ya dijimos antes que si está ahí es porque algo tiene que ver con lo que estudias, así que si te gusta lo que estudias hemos de suponer que tiene que tener algo que te guste.

Sin embargo, el atarse a un Plan muy estricto te lleva a tener que desechar caminos (que seguramente no sabías que existían) en pro de uno más conocido. Esto puede llevar a saltarse aspectos y objetivos de la asignatura que podrían resultar atractivos a ciertos alumnos.

El Profesor



Esto ni siquiera es una razón válida. Hay miles de fuentes de donde beber sin tener que depender de un profesor.

No obstante, en nuestro sistema educativo se prima eso y muchos estamos acostumbrados a depender de un maestro. Por lo que si el maestro no sabe recorrer el camino nos vemos perdidos.

Quizás sería más interesante que el profesor incidiera en los objetivos, no tanto en el camino.




Para solucionar todo esto, mis compañeros y yo proponíamos una enseñanza basada en objetivos, no en contenidos. Una enseñanza que te diga lo que has de aprender, no cómo. Una enseñanza bajo el Paradigma Declarativo.

Irónicamente, este año los que tuvimos esa idea cogimos una asignatura que a la larga resultaría ser un experimento de esto mismo, hecho que nos permite tener una opinión de primera mano del sistema. Podríamos decir que hemos asistido a un primer experimento de nuestra propuesta.

La asignatura, Programación Declarativa (que ironías tiene el destino), cambió radicalmente este año, a pesar de haber sido elogiada por otros docentes otros años, y el profesor (Director de la Escuela) decidió olvidarse un poco de los contenidos y proponer objetivos a sus alumnos.

No estoy seguro de si el profesor se daba cuenta de todo lo que implicaba el tema que llevó a cabo. No es que dude de su capacidad intelectual, solo es que yo no me habría atrevido a llevarlo a cabo sin pensarlo muy mucho, y él no parecía tener muy claro como seguiría aquello.

Al final el resultado no fue el esperado y preguntó si la asignatura había sido un fracaso, en este post se encuentra mi verdadera opinión (no me valían esas 6 líneas como ves).

La asignatura nos metió en un mundo totalmente nuevo del que nada sabíamos la mayoría. Sin embargo, el profesor no nos guió del todo de la mano y fue dando retazos de un posible camino. El que quisiera tenía a su disposición miles de caminos para avanzar.

A medida que la asignatura avanzó, el profesor nos enseñó nuevos objetivos, nuevos caminos. Poco a poco la cosa comenzó a desmadrarse y los caminos acabaron desconcertando a los alumnos, que pudieron desanimarse.

Un experimento, aunque pueda fallar, nunca es un fracaso y muchas cosas pueden aprenderse de él. Sin duda, la lección principal que pude extraer de la asignatura es que el profesor debe controlar en cierta manera los acontecimientos y guiar más al alumno.

Sí, sé que hace poco propugnaba por una mayor libertad, pero si en una asignatura de pocos alumnos damos demasiados caminos, el alumno puede quedarse en medio de la encrucijada levantando los hombros.

Si en cambio el profesor enseña parte del camino, el alumno puede escoger un camino en detrimento de otros y aun así ver algo de esos otros caminos.

Esta necesidad de supervisión exige bastante trabajo por parte del profesor, pero no menos del que exige a los alumnos la falta del camino guiado y, no tengo duda, todos aprenderán mucho más.

El alumno verá las posibilidades abiertas, las estudiará y luego escogerá la que quiera. Aprenderá lo que quiere y de la manera que el quiera, pero con un leve empujoncito.

El profesor verá a sus alumnos recorrer el camino que antaño hiciera él, reconocerá sus errores y podrá aprender a arreglar los suyos propios.

Bueno, este post se suponía que solo era para dejar clara mi opinión acerca de la asignatura. ¿Ha sido un éxito? No. ¿Ha sido un fracaso? No. Ha sido un experimento fallido, pero eso en Ciencia es incluso más valioso que un experimento acertado.

miércoles, febrero 01, 2006

Spin-Off: Una Inversión Segura

Bueno, incorporamos una nueva categoría al Blog.

La historia que viene ahora no ha sido escrita por mí, sino que la escribió G. un gran amigo que me pidió que la publicara aquí con la esperanza de conseguir alguna que otra opinión para ayudarle a orientarle y ver que aceptación tiene.

La historia está pensada para, algún día, ser rodada (un largo quizás) y formará parte de otras historias que iremos publicando a su momento.

Este blog tampoco lo lee mucha gente, pero todo aquel que lo lea y tenga algo que decir lo diga, que criticando se construyen grandes cosas.

Sin más, les dejo con "Una Inversión Segura" de Ángel Gutiérrez Suárez (basado en un relato de James M. Ullman).




ESC 1. CALLE. EXT/NOCHE.

La calle está bastante oscura, típica de una de esas zonas con edificios residenciales de la gran ciudad. Solo unas pocas farolas, y las luces de algunos comercios alumbran tenuemente la escena, reflejándose en el suelo.
Joey es un chico de unos 26 años, viste sudadera y pantalones de chándal. Es alto y atlético. Tiene el pelo corto. Joey camina decidido hacia alguna parte.


ESC 2. CALLE. EXT/NOCHE.

Hay un coche negro aparcado en la acera por la que camina Joey, el resto de la calle está bastante vacío. Sólo unos pocos transeúntes y algún vagabundo quedan todavía por irse.

HELENE (desde el coche, en off):
¡Joey!

Joey se vuelve nerviosamente.

La ventanilla del coche, está prácticamente subida del todo, y no puede verse el interior debido a la oscuridad.

Joey se acerca al coche, intentando ver quien esta sentado en el interior.

La ventanilla comienza a bajar, mostrando a una mujer de unos 35 años, morena, muy atractiva y que viste un vestido veraniego.


HELENE (desde el coche):
Eres Joey, ¿verdad?

JOEY (orgulloso):
Ese soy yo.

HELENE:
¿Te interesa un trabajo por horas, buena paga?

JOEY:
Sí, claro.

HELENE:
Está bien, sube, no me gusta hablar de negocios en la calle.

Joey se sube al coche, y se acomoda en el asiento del copiloto. Observa el cuerpo de Helene mientras esta mete marcha y el coche se va.


ESC 3. COCHE. INT/NOCHE.

Joey sigue mirando a Helene descaradamente, pero a ella parece no importarle demasiado. Ella se limita a conducir a bastante velocidad esquivando todos los obstáculos y coches.

JOEY:
Bien, cual es mi trabajo.

HELENE:
Es muy sencillo...


ESC 4. TIENDA DE MUEBLES. INT/NOCHE.

Es una tienda de muebles muy antigua y llena de suciedad, sin clientes y bastante mal iluminada. Consta de una trastienda y una pequeña tienda con una luna con el nombre de la tienda grabado en ella. Tiene un mostrador con una caja registradora y un teléfono. Los pocos muebles que tiene están en bastante mal estado y llenos de polvo.
Carl es un hombre de unos 50 años, de espalda ancha, y una cara ruda, con alguna cicatriz, y que cojea un poco al caminar, por lo que se apoya en un bastón.

Carl está de pie preparando dos copas de ginebra con hielo.


CARL:
...Tú sólo tienes que correr. Helene te estará esperando en el coche.

Carl se acerca caminando y apoyándose en su bastón hasta unos sillones donde están sentados Helene y Joey. Le da a Joey una de las copas y se sienta.

CARL:
Me llamas desde la cabina de enfrente y dejas sonar el teléfono seis veces. Del resto me encargo yo. Tú te llevas el 25%, y todas las semanas te mandaremos 100 dólares para que estés disponible.

JOEY: (vacilando)
No es mucho….

CARL:
Serás el corredor mejor pagado del mundo (sonríe). Por cierto, cuando demos un golpe, te aconsejo que guardes el dinero....si nos cogen necesitarás un buen abogado.

JOEY:
Mira, no me jodas, lo que haga con mi dinero es cosa mía, ¿vale?

CARL: (sonriente).
Vale, vale, lo que tú quieras.

JOEY: (serio)
¿Cuándo empezamos?

CARL:
Mañana Helene te enseñará el lugar.


ESC 5. CALLE. EXT/DIA.

Helene y Joey llegan en el coche hasta una calle en la que hay bastantes comercios. Mucha gente pasea por las aceras y se ve bastante movimiento de coches. En la acera de enfrente del establecimiento hay una cabina telefónica.

Están detenidos con el coche en la acera de enfrente de la tienda un momento, hasta que Helene vuelve a meter la marcha y se van.

Después, planos de gente caminando por la calle, en bicicleta, gente en terrazas, etc…


VOZ EN OFF (NARRADOR):
Él la invitó a comer. Le propuso escapar con el dinero. La beso suavemente. Se apartó. Los nuevos Bonnie and Clyde.


ESC 6. TRANSICIÓN.

Joey recibe el dinero acordado todas las semanas en su buzón, hasta que un día le llega una nota que le indica la hora y el día del atraco.


ESC 7. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey fuma un cigarrillo apoyado en una pared, justo delante de una cabina, delante de la tienda de la Esc 5. Está nervioso. No para de mirar el reloj.

El coche de Helene llega y aparca en la esquina de la acera de la tienda.


ESC. 8. CARRETERA. EXT/NOCHE.

Es el arcén de una carretera comarcal. Hay un coche aparcado en la cuneta, donde hay una cabina telefónica. El coche está abierto, y la poca luz de la escena, es la que dan las luces exteriores e interiores del coche.

Carl está apoyado en el coche, fumando un cigarrillo.


ESC 9. COCHE. INT/NOCHE.

Helene viste con pantalón y jersey negros y un gorro de lana negro.

Coge una cajetilla que tiene encima de la guantera. Saca un cigarrillo y un mechero y enciende el cigarrillo.


ESC 10. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey se acerca nervioso a la cabina. Saca un papel arrugado del bolso de su sudadera. Descuelga el auricular. Mete la mano en el bolsillo, saca un par de monedas. Mete las monedas en la ranura.


ESC 10. COCHE. INT/NOCHE.

Helene observa atentamente los movimientos de Joey.


ESC 11. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey marca el número que le indica el papel y espera con el auricular en la oreja. Éste da los primeros tonos. Mira al interior de la tienda.


ESC12 TIENDA. INT/NOCHE.

Es un supermercado, pero no tiene cajas, sino mostrador. Es casi la hora de cerrar, así que quedan muy pocos clientes caminando por los pasillos. La dependienta está en el mostrador haciendo la caja del día. Es una chica joven, de unos 30 años, atractiva y con pinta de asustadiza. A su lado, en el mostrador, hay un teléfono. El mostrador queda justo enfrente de un gran cristal que da a la calle.




ESC 13. CARRETERA. EXT/NOCHE.

El teléfono de la cabina comienza a sonar.

Carl sigue esperando al lado del coche, pero ahora mira más atentamente la cabina.


ESC 14. COCHE. INT/NOCHE.

Helene observa como Joey sostiene el teléfono mientras la mira.


ESC 15. CALLE. EXT/NOCHE.

Suena el sexto tono en el teléfono de la cabina.

Joey cuelga apresurado el teléfono. Mira a Helene como esperando alguna indicación.


ESC 16. CARRETERA. EXT/NOCHE.

Carl tira su cigarrillo, lo pisa. Se acerca a la cabina y marca un número de teléfono. Suena el primer tono.


ESC 17. TIENDA. INT/NOCHE.

El teléfono del mostrador comienza a sonar.

La cajera lo descuelga, un poco cabreada porque tiene ganas de cerrar.


CAJERA: (molesta)
¿Siii?

CARL: (en off)
Préstame atención. Hay un arma apuntando a tu cabeza justo en la acera de enfrente.


Se observa como desde el interior de la tienda apenas se ve lo que hay en el exterior aparte de unas luces borrosas.


ESC 18. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey observa desde el exterior de la tienda como la cajera tiene el auricular en la oreja y la cara descompuesta.


ESC 19. TIENDA. INT/NOCHE.

La cajera está muy nerviosa, pero sigue mirando el exterior intentando distinguir alguna figura. Los pocos clientes que quedan, están ajenos a lo que pasa.


CARL: (en off)
Mete el dinero de la caja en una bolsa.


La cajera comienza a meter apresuradamente el dinero en una bolsa.


ESC 20. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey mira al interior de la tienda y observa como la cajera mete el dinero en la caja totalmente nerviosa.


ESC 21. CARRETERA. EXT/NOCHE.


CARL:
Ahora sal de la tienda y deja la bolsa en la acera.


ESC 22. TIENDA. INT/NOCHE.

La cajera sigue con el teléfono en la oreja atendiendo a las instrucciones.


CARL: (en off)
No intentes ningún jueguecito, porque te dispararé.

CAJERA:
De acuerdo, tranquilo…


La cajera baja lentamente su mano y acciona un interruptor que tiene debajo del mostrador y después camina hacia la puerta.


ESC 23. COCHE. INT/NOCHE.

Helene hace una señal a Joey con la cabeza que esté preparado. Tira la colilla de su cigarrillo por la ventana y pone en marcha el motor del coche.


ESC 24. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey ve como la cajera se acerca a la puerta del establecimiento. Empieza a caminar en esa dirección.


ESC 25. TIENDA. INT/NOCHE.

La cajera abre la puerta y sale a la calle. Deja la bolsa con el dinero en el suelo. Cuando levanta la vista ve como Joey avanza en su dirección.

Empiezan a sonar a lo lejos las sirenas de la policía.


ESC 26. CALLE. EXT/NOCHE.

Joey comienza a correr en dirección a la puerta. La dependienta de la tienda está tan nerviosa que casi no puede ni abrir la puerta.

Las sirenas de la policía suenan cada vez más cerca. Se ven las luces de los coches de policía acercarse.

La dependienta entra a trompicones en la tienda mientras Joey coge rápidamente la bolsa y corre hacia donde está Helene en su coche.


ESC 27. COCHE. INT/NOCHE.

Joey se sube rápidamente en el coche. Helene arranca el coche tan rápido como puede.

Las sirenas de la policía se oyen cada vez más cerca. El coche arranca y se va a toda velocidad perseguido por varios coches de policía.


ESC 28. CALLE. EXT/NOCHE.

Pasan varios coches de policía a gran velocidad por la calle.


ESC 29. COCHE. INT/NOCHE.

Helene ve por el espejo retrovisor como los coches de policía se acercan a ellos.


ESC 30. COCHE DE POLICÍA. INT/NOCHE.

Los policías siguen el coche esquivando los pocos obstáculos que encuentran.

ESC 31. AUTOPISTA. EXT/NOCHE.

El coche de Helene avanza a gran velocidad mientras es perseguido por la policía.


ESC 32. COCHE DE POLICÍA. INT/NOCHE.

El coche de Helene y Joey se mete por la derecha de un camión. La policía intenta seguirles, pero un coche les corta el paso. Se meten por la izquierda del camión. Cuando pasan la altura del camión, el coche de Helene y Joey no está.


ESC 33. AUTOPISTA. EXT/NOCHE.

El coche de Helene y Joey toma una desviación y logran deshacerse de los policías.


ESC 34. ZONA INDUSTRIAL. EXT/NOCHE.

Es una zona industrial, llena de fábricas y calles mojadas y sucias. Hay algunos camiones aparcados, pero está totalmente vacío. Joey está emocionado con el botín.


JOEY (muy excitado, mirando el interior de la bolsa):
¡Aquí hay por lo menos 10.000 dólares! ¡Vámonos Helene, larguémonos de aquí! (cambiar, solo Helene debería saber que le
propone Joel).


Un hombre se acerca a contraluz (Floyd), por lo que no podemos distinguirlo. Lleva un bastón del que no vemos la parte más cercana al suelo.


HELENE:
Ayuda a Carl, esa pierna le da problemas.


JOEY (abre la puerta con desgana y se gira):
¡Piensa en lo que te he dicho!


Vemos como el bastón que le servía supuestamente de apoyo a Floyd no llega al suelo, y comprobamos que en realidad es un rifle.

Joey echa a correr hacia el coche, pero Helene acelera y se va a toda velocidad. (Última mirada entre los dos). Floyd le mata sin demasiados problemas de un disparo certero.


ESC 35. TIENDA DE MUEBLES. INT/NOCHE.

Helene entra en la tienda. Carl está sentado en uno de los sillones con cara de pocos amigos. Helene se acerca a una mesa y deja encima las dos bolsas con el botín. Se acerca a Carl.


HELENE:
¿Cuánto tenemos ya, Carl?

CARL:
Unos 90.000.

HELENE:
¡Vámonos Carl! Llevo un tiempo pensando en dejarlo...

CARL (cortándola):
¡No me jodas, Helene!¡Eso son cosas de críos!

HELENE:
Pero....

CARL (violento):
Llévale a Floyd la parte que le corresponde y guarda lo demás en el sitio de siempre, OK?


Helene coge las bolsas de dinero con rabia, y se va de la tienda.


ESC 36. ESTACIÓN DE TRENES. INT/NOCHE.

Helene está en la estación de trenes. Está en una cabina de teléfono. Descuelga el teléfono y pulsa unos cuantos números.

El teléfono empieza a sonar.


ESC 37. TIENDA DE MUEBLES. INT/NOCHE.

El teléfono de encima del mostrador comienza a sonar.

Carl está sentado en uno de los sillones, y se gira al escuchar el teléfono.



ESC 38. FLASHBACK. (OPCIONAL)

Helene le paga a Floyd dos mil dólares. Él la mira entendiendo lo que quiere.

NARRADOR (en off): Absolutamente opcional.
Pero las cosas no siempre salen como uno quiere.

Entradas y salidas a NEGRO –SIN DIÁLOGOS-. Montaje paralelo con la muerte de Carl.

ESC 39. TIENDA DE MUEBLES. INT/NOCHE.

Carl se levanta camina, apoyándose en su bastón, lentamente hacia el teléfono mientras éste sigue sonando.


ESC 40. CALLE. EXT/NOCHE.

Floyd apunta con su rifle al interior de la tienda de muebles.


ESC 41. TIENDA DE MUEBLES. INT/NOCHE.

Carl está al lado del teléfono. Lo descuelga.

CARL:
Carl al habla, ¿Quién es?


ESC 42. CALLE. EXT/NOCHE.

Floyd apunta con su rifle y dispara.


ESC 42 B. CALLE. TIENDA. FLASHBACK. INT. EXT/NOCHE.

Montaje paralelo Carl recibiendo el disparo y caída, Floyd en la calle y Helene pagándole a Floyd.

SALE CON ÚLTIMO PLANO CARL. CORTE POR SONIDO A…


ESC 43. ESTACIÓN DE TRENES. INT/NOCHE.

Helene tiene el auricular pegado en la oreja. Se oye por el auricular (en off) el final del disparo y una caída. Satisfecha, cuelga el teléfono y abandona la cabina con sus maletas, en dirección a un andén donde está detenido un tren. Helene camina hasta allí entre la gente y se sube en el tren.


ESC 44. TREN. INT/NOCHE.

Helene entra en el coche cama, y acomoda sus maletas encima del guarda bultos. Mete la bolsa del botín en un pequeño bolso de mano.

ESC 45. VAGÓN DE TREN. INT/NOCHE.

El revisor camina por los vagones recogiendo y sellando los billetes.
Floyd entra en la estación.


ESC 46. ANDÉN. INT/NOCHE.

Floyd camina por el andén mirando hacia el interior del tren, intentando descubrir donde está Helene.


ESC 47. TREN. INT/NOCHE.

Helene está sentada al lado de la ventana, mientras hojea una revista. Floyd pasa por el andén mirando y la ve, pero ella no se da cuenta.


ESC 48. ANDÉN. INT/NOCHE.

Floyd se sube en el tren. Un joven soldado entra en el departamento que ocupa Helene. La saluda y acomoda su petate.


ESC 49. VAGÓN DE TREN. INT/NOCHE.

Floyd camina por los pasillos del vagón hacia el coche-cama que ocupa Helene.


ESC 50. TREN. INT/NOCHE.

Se escucha un pitido de un revisor de andén en off.

Helene ve por la ventana como un revisor da la señal para que el tren abandone la estación.


ESC 51. ESTACIÓN DE TRENES. INT/NOCHE.

El revisor del andén da la señal para que el tren arranque con su silbato.

El tren arranca y se va, abandonando la estación.


ESC 52. DEPARTAMENTO COCHE CAMA. INT/ NOCHE.

Floyd entra en el departamento de Helene, decidido a matarla. Pero al encontrar allí al joven soldado, se hace pasar por un viajero más, sentándose enfrente de Helene. Helene sale del vagón hacia el baño- utilizándolo como pretexto-, justo en el momento en el que el tren entra en un túnel, quedándose el interior del tren prácticamente a oscuras, momento que aprovecha Floyd para sacar su pistola y disparar hacia la puerta. El joven soldado saca rápidamente su arma y dispara contra él. Prácticamente no podemos ver nada, la única iluminación proviene de los destellos de los disparos. En un segundo disparo Floyd mata al joven soldado y sale corriendo al pasillo. Helene corre por los pasillos hacia el final del tren, Floyd la sigue disparando. Helene llega hasta el final del tren. Floyd comienza a disparar contra la puerta. El tren llega al final del túnel, y Helene se lanza rodando colina abajo abrazada a la bolsa con el dinero.