sábado, mayo 28, 2005

Typical Informatici

A veces el telediario te revuelve las entrañas.

Al parecer a unos cuantos sádicos humanoides les parece algo morboso e interesante mantener relaciones sexuales con niños de unos 2 años de edad (en la radio oí que 1 año).


¿Qué se le puede pasar a una persona por la cabeza para hacer eso? Este no es ya un caso de pederastia más "común", en que los afectados son jovenes de 12 a 17 años. No se me entienda mal, no quiero decir que defienda eso, simplemente pretendo crear una diferencia de escala, pues no puede ser visto con el mismo nivel de repugnancia una persona a la que le gustan los/as jovencitos/as de 15 años que una persona que es cpaz de violar a un bebé de 2 años.

Por eso me pregunto que le puede pasar por la cabeza... El bebé es una persona que aún no se ha comenzado a formar del todo. Sus huesos son puro cartílago. No es que no entienda lo que pasa es que... no entiende.

Bueno, obviamente escribiendo aquí no conseguiré responder a la pregunta, así que simplemente me iré por otros derroteros. La revoltura de estomago no proviene solo de sus actos, sino de la redacción de la noticia.

Según tengo entendido son 3 o 4 los cabrones hijos de puta, pero en el telediario se han centrado en el peor de todos ellos, un informático de 23 años. Tras una descripción de los medios informáticos que usaba y cómo intento conseguir un programa infantil, de informática, en una televisión local, o el hecho de que había trabajado como canguro, llega a su trabajo actual, en un cyber.

El jefe, o alguien así, le describe como un "informático típico". "Alguien capaz de pasarse 3 días en el cyber sin dejar de mirar para el ordenador". "Cuando hablabas con él se notaba que era raro".

¿Esto me revuelve las tripas? Por supuesto. No el hecho de la perpetuidad de la imagen del informático típico, sino el hecho de que alguien tenga los santos cojones de aparecer en televisión y decir que un tipo cuya fuente de placer es violar a niños que aún no saben hablar ni andar, para luego grabarlos en video y repartirlos por los foros de pederastas de Internet es el típico informático.

¿¿Cómo puedes decir que ese hombre es el típico nada?? ¡Por Dios! Hablamos de un violador pederasta y me está diciendo que es el típico informático. ¿En qué lugar me deja a mí eso? ¿Y al resto de personas que conozco, o no, de mi facultad?

Espero que el violador se pudra en el infierno. Pero por favor, ese enfermo mental no es el típico informático.

Todo esto no pasaría de ser una mera anécdota si no hubiera gente que se lo cree, como mi madre. Obviamente, no cree que yo soy un pederasta (al menos ya no), pero ¿en qué nivel queda su confianza en la informática cuando le dicen que ese hombre es el típico informático?

2 noticias más tarde aparece una relación de crímenes informáticos que pueden hacer cosas como llamar con tu teléfono móvil o usar tu tarjeta de crédito. Por supuesto,, en su mente todo es culpa de la informática.

Yo intento defenderla "¿Qué culpa tendrá la informática de que haya hijos de puta? Antes la gente también timaba." Me veo incapaz de convencerla de las ventajas de la informática, pues para ella ningún electrodoméstico depende de la informática, ni la televisión.

Pero que se le va a hacer, solo soy el típico informático...

lunes, mayo 23, 2005

Breve Historia de Casi Todo

Los libros son algo maravilloso, quizás una de las cosas humanas que más aprecio. Sin duda, lo aprecio más que la música, aunque ir leyendo por la calle puede resultar algo incómodo y hay música que realmente vale la pena.

Tampoco dudo que lo aprecio más que el cine, lo lamento. Los libros dejan una libertad a la mente que es más sana que verlo todo mascado en el cine, si bien hay películas en las que no te pueden dar nada mascado, igual que hay libros en los que imaginartelo visualmente tampoco sirve de nada.

Hay libros que son una maravilla, puro alimento para la mente. No hace falta que se trate de libros de filosfía pura, simplemente encuentras un aspecto muy profundo en ellos, o te encuentras con que te exploran a tí mismo a una profundidad inquietante, es un libro que trata sobre tí escrito por otras personas. Si bien son los menos conocidos, estos libros son realmente valiosos, si encuentras alguno así no lo sueltes.

Pero los libros no solo son así de serios y espesos, también los hay capaces de construir un mundo a tu alrededor. Son libros que te trasladan a otra época, o a otro mundo, o simplemente te hacen ser otro. Estos libros, no por ser menos "profundos" son peores. Es como el visionado de una buena y entretenida película, pero tú eres el director, el actor y el productor.

Cualquiera que haya visto libros de los tipos que acabo de describir apreciará el placer de la lectura, creo yo, y es por eso que a los libros aún les queda algo de historia en nuestra civilización (esperemos que sí, al menos).

Pero hay un tercer tipo de libros. En realidad, no estoy seguro si se trata de otro tipo de libros, o es una combinación de los anteriores.

Breve historia de casi todo es de este tipo de libros. Rara vez ves un libro cuyo título se ajuste tan bien a su contenido, pues en este libro se trata de casi todo, de manera muy amena, en ocasiones breve, pero siempre muy divulgativa.

¿Qué es todo? Bueno, este libro se echa sobre sus lomos la dificil tarea de divulgar el conocimiento científico más o menos establecido de una manera, a mi parecer, bastante poco dogmática y accesible. Rehuye los temas más complicados (de la teoría de cuerdas habla bien poco) y se centra en temas más directos y palpables por la gente.

Y no solo se convierte en un libro genial por eso. Cualquier libro de texto decente podría parecerse a esto, incluso algún otro libro de divulgación. Sin embargo, Breve historia de casi todo también muestra la faceta humana de los científicos.

Cuando la ciencia se comienza a hacer algo pesada simplemente se desvía y cuenta un poco de historia de Ciencia. Nos muestra las pasiones de los científicos, sus fallos, sus disputas, envidias, ambiciones... El libro no solo habla de Ciencia, sino de científicos.

El libro se había paseado por las estanterías de la FNAC durante meses, pero no me decidía a comprarlo. Tuvo que ser una amiga* la que me lo dejase. Ahora sé que mis reservas eran en vano. Bajaré y me lo compraré, a pesar de haberlo leido ya.

Si algo lamento es no tener mejor memoria para recordar cada una de sus benditas páginas. Lo que si recuerdo es la emoción que me produjo algunos capítulos y sobre todo mi leve reencuentro con el fascinante mundo de la Biología. Y la prespectiva de las Grandes Ideas.

No recuerdo haber recomendado muchos libros desde estas simples líneas. Hoy aprovecharé para hacerlo. Yo no puedo divulgar Ciencia, así que mi contribución será haceros llegar esta recomendación.

*NOTA: Me di cuenta de que entraba en un conflicto de nombres poniendo S, así que pensé en poner SH, pero ¿y si alguien se pensaba que Sherlock Holmes había venido desde el olimpo de las ideas literarias para ofrecerme un libro? Imaginaos, toda mi fama de hombre cabal destruida por una aparente locura. Momentos después, escribí esta nota y me di cuenta de que había dicho que era una mujer, así que el conflicto de nombres desaparecía. Gracias S.

jueves, mayo 05, 2005

Comfortably Numb - - Empty Spaces

Y por fin llegamos al presente. Fue en verano. Mi armario se había renovado por completo, como resulta lógico. Sin embargo, aún conservaba la ridícula cazadora de falso cuero. nunca me la había puesto, la encontraba bastante insulsa y no comprendía que me pudiera haber gustado. Suponía que, después de todo, el habérmela dejado abandonada en la oficina se debía a algo más que mera casualidad.

Pero era un día caluroso y tuve curiosidad. Me la puse.

Entonces noté algo. En aquella chaqueta había algo. Habían pasado meses, pero sólo entonces reparé en un bolsillo interior en el que reposaba, perfectamente intacto, un pequeño diario de cuero.

"verdadero cuero dentro de otro falso, como tantas veces suele ocurrir. Un simpático reflejo de las máscaras que adoptamos día a día."

De entre todas las frases del diario recuerdo esta última, pues es donde el pasado volvió a mí. La primera, inesperada y fatídica señal que había ansiado durante meses y que, en realidad, no quería encontrar.

El hombre de ese diario no era el alegre ser que las amables palabras de mi bendita Lucía me habían descrito. Sin embargo, era yo. un hombre atormentado. Infelizmente atrapado en una vida que deseaba abandonar, carente de retos, carente de expansión. Página tras página veía los sueños de un hombre relatados y su amargura por la manera en que, algo que el llamaba "arbol de la vida", se iba quedando sin sus ramas.

Todo lo que quería este hombre parecía sacado de la mente de un niño que se resistía a crecer. Nada parecía tener demasiado sentido, el hombre no lograba explicarse, pero yo lo entendía. Las palabras venían a mi y rellenaban sus huecos. No lograba explicar lo que leía, al igual que nadie podría entenderlo. Estaba escrito para mí.

A medida que leía más páginas las cosas empeoraban. Iban desapareciendo los dibujos, las ideas, las anotaciones crípticas y el sufrimiento cada vez era más desarrollado. La salida de su ciudad, el alejamiento de sus amigos (las personas más interesantes a las que había logrado conocer y que le ayudaban) y la incomprensión de un mundo que parecía no estar hecho para él, un niño adulto.

Y aquí se acaba. Las últimas páginas juega con la idea de un fin. Un giro radical a todo. No lo detalla, no lo nombra, pero lo rodea. Y a mi cabeza viene una imagen del accidente. ¿Podría ser ese el giro? ¿Estaría pensando en el suicidio realmente?

No fue hasta unas horas más tardes cuando me di cuenta de otro detalle. ¿Dónde estaba Lucía? En todo el diario no salía nombrada. ¿Cómo podía pensar en un cambio si contaba con su mera presencia?

Llevo dos días sin dormir. la carta ya se está acabando. Durante 48 horas he pensado y he llegado a conclusiones. Pero al igual que en mi diario, no sería capaz de explicarlo, nadie podría entenderlo, y esta vez no volveré para leerlo.

Lo siento lucía, y Gracias por estos meses de felicidad.





Entró en el pasillo, acarició las llaves de Lucía. Se las había dejado encima del mueble. Luego tendría que picar. Sonrió por esta observación tan carente de importancia.

Entró en la habitación.






- Oficial: Es cierto, no aparece ni tan siquiera nombrada.
- Inspector: Ni una referencia lejana a su existencia.
- O: ¿Qué sugieres entonces?
- I: No tengo ni idea. No tengo ninguna prueba de nada. Sólo sé que hace 9 meses ese hombre sufrió un accidente que los bomberos calificaron de inaudito, que nuestros hombres no lograr explicar y al que sobrevivió contra todo pronóstico médico. Y ahora ese hombre está muerto.
- O: Y esa mujer no aparece en el diario.
- I: Sin embargo, eso no es concluyente. El diario podría ser de tiempo atrás. Si tuvieramos algo de antes justo del accidente...
- O: Pero algo sigue sin encajar. ¿Qué gana ella?
- I: Otro cabo suelto. Ella es realmente enigmática. No sabemos de dónde salió, ni cuando, ni sus intenciones.
- O: No sabemos nada.
- I: Je.
- O: ¿Qué?
- I: El fallecido no sabía nada de sí mismo. La mujer no sabe nada de las razones del fallecido. Nosotros no sabemos nada de la mujer, no sabemos si hay algo que saber sobre ella y no sabemos nada sobre el hombre.
- O: Una curiosa cadena.
- I: Todo esto nos lleva a la misma pregunta. ¿Quién es él?

lunes, mayo 02, 2005

Comfortably Numb - - The Happiest Days of Our Lives

Durante meses sustituí los espacios en blanco por nuevos recuerdos. Mis viejas fotos se sutituyeron por alegres fotos de personas que conocia de siempre, al menos de mi "siempre".

En ese tiempo, mi única obsesión era agarrarme a aquello que sabía era cierto, que había estado allí antes y después del incidente para reconstruir mi vida. Sabía que no onseguiría hacerlo a un gran nivel. Sabía que los recuerdos no volverían solos, pero al menos quería poder continuar como lo hubiera hecho yo mismo. Aquel fatídio día quedaría atrás y sería un punto negro en mi vida del que no me acordaría jamás.

Ese ancla a la realidad es ella, Lucía. Era la única prueba de que yo existía y en ocasiones la única razón para hacerlo. Al principio le costaba mucho hablarme de nuestra relación, pero una vez que el susto hubo pasado pudimos estar juntos.

No pienso extenderme demasiado hablando sobre ella, pero creo de justicia nombrarla. Ella ha sido mi guía estos meses y me ha mantenido con vida. Es la única persona a la que debo explicaciones y para la que va dirigida esta carta. Ha inundado mi corazón de felicidad y no ha pedido nada a cambio. Al menos nada que una persona no pueda dar sin coste.

La vida era alegre. Al mes del accidente volví a mi antiguo empleo. Es irónico que, tras ese ángel humanizado llamado Lucía, la segunda cosa real que me encontrara fuera mi trabajo. ¿Como podía un hombre que a duras penas sumaba o que tuvo que recordar cómo se leía realizar un trabajo? Pero allí estaba, mi mesa, una chaqueta de falso cuero y mi silla.





e giró. Acarició una foto de su amada. Se levantó con decisión y se volvió a sentar con igual decisión. Llevaba días pensando. Los razonamientos se volvían cíclicos, pero cuando algo es tan importante no puedes salir hasta estar bien seguro de todo. Sin embargo, como en todo, la lógica y la razón no le ayudaban. Ella le había mentido.

Es lo único de lo que podía estar seguro. Nadie puede estar unido a una persona y no escribir sobre ella una mísera línea en su diario. Nadie puede tener a alguien tan maravilloso y no dar gracias a Dios.

Se volvió a levantar, la decisión ya estaba tomada. Caminó hasta el pasillo. Se detenía en todas las fotos que encontraba. verdaderos recuerdos, sí. verdadera felicidad, construida sobre falsos cimientos. ¿Acaso esto no lo arruinaba todo? ¿Como puede algo falso causar algo verdadero? ¡No, otra vez no!

Ella no era real... pero ¿por qué? ¿por qué hacer todo aquello? ¿qué había ganado?




- Oficial: ¿Más contento?
- Inspector: ¿Bromeas?
- O: Joder...
- I: ¿Qué nos ha dicho?
- O: Nos ha confirmado la historia de la carta.
- I: Lo cual nos lleva ados posibles interpretaciones, pero tú solo has cogido una.
- O: ¿Cuál es la otra?
- I: Si la mujer conoce la historia puede ser porque esta sea verdad o porque la haya escrito ella.
- O: ¿Ella? ¿Estás insinuando que esa mujer es la responsable de todo esto?
- I: Simplemente no quiero que cierres esa puerta. No puedo asegurar que sea así.
- O: "Lo que se afirma sin prueba se refuta sin prueba."
- I: No olvides que el recíproco también sirve.
- O: La mujer conoce la historia, nuestros hombres han confirmado la identidad en el accidente.
- I: Pero es una historia sin pies ni cabeza.
- O: ¿Qué?
- I: Un hombre pierde la memoria, pierde su pasado, y en lugar de tratar de recuperarlo ¡Lo ignora! Ese hombre no ha puesto un aviso, no ha comprobado las denuncias de desaparecidos. Por dios, en ese diario hay nombres y ciudades. Pero no hace nada.
- O: Estaría superado por la situación.
- I: Vamos... ¿Qué ocurre? ¿No es un caso importante?
- O: No es eso. ya lo sabes.
- I: Contesta entonces. ¿Dónde estaba ella?