Un concepto bastante rechazado es el del Videojuego Educativo. He llegado incluso a presenciar debates sobre si es posible hacer un videojuego educativo entretenido, con todo lo que ello conlleva.
Normalmente se asocia que si un videojuego es educativo no puede ser divertido, por el mero hecho de que aprender cosas no es divertido (JA). Este tema ha sido discutido ya con alguno de los lectores habituales del blog, por lo que en principio no pensaba comentar nada acerca de él.
No obstante, durante la realización del Proyecto Fin de Carrera un gran amigo me mandó un enlace con un juego realizado por la BBC acerca del tema de la evolución.
El juego ofrece una visión muy interesante y algo distinta al enfoque que nosotros le dimos al proyecto, pero que te puede enseñar unas cuantas interesantes lecciones acerca del tema.
Este enlace cayó en el olvido hasta que el otro día, via GenBeta, creo, llegué a un Juego sobre el Cambio Climático.
En un momento en el trabajo en que no tuve nada que hacer lo probé. Es un juego bastante entretenido, aunque supongo que no es para jugar demasiadas veces, en la que tomas el papel del máximo mandatario de Europa y tienes que equilibrar factores tales como las emisiones de C02, la energía que generas, la comida de la que dispones, el agua que posees, tus niveles económicos y la felicidad de las personas.
El juego en un principio es bastante simple. Cada dos turnos te reunes con los máximos mandatarios del mundo y estableces unos compromisos acerca de las emisiones de C02 (a veces hay que sobornar para llegar a esos compromisos).
Cumplir esos compromisos, en un principio, es bien simple. A medida que los turnos avanzan lo difícil es controlar esas emisiones junto con las necesidades de energía, comida, etc. y la felicidad de tus ciudadanos.
"Nada demasiado complicado", me dije cuando lo terminé y había eliminado toda emisión de C02. Solo cuando los resultados finales aparecieron me hicieron notar que había dejado a Europa con el 11% de los ingresos con los que había empezado, que a la gente no le caía demasiado bien y que el crimen se había convertido en algo demasiado normal en mi continente.
Aún no tengo muy claro como podría haber controlado eso (la interfaz no me lo hizo notar demasiado), así que no sé si la lección "El Cambio Climático es difícil de controlar" es algo demasiado forzado o es algo que ha sido consecuencia de mis actos...
No obstante ha sido interesante. Desde entonces he probado un par de los juegos educativos que la BBC aloja. Quizás no sean demasiado adictivos, pero son interesantes para echarles un vistazo y, quien sabe, quizás aprender algo.
1 comentario:
«Quizás no sean demasiado adictivos (...)»
Precisamente ese es el problema actual de los juegos educativos.
Sin embargo, con el enfoque adecuado, los juegos educativos pueden ser adictivos. No. Los juegos adictivos pueden ser educativos. Quizás algún día lo demuestre...
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