miércoles, junio 06, 2007

Watch what you say

Hace un año y pico (13 días, si no me equivoco) se inició lo que hoy aún no ha terminado.

Me encuentro la noche antes del Juicio en el que José Armas Montes me ha involucrado al denunciar unos contenidos publicados en el Foro de la EUITIO.

Mucho podría escribir, pero me reservo para otros momentos más líricos y apropiados. Simplemente me parecía interesante hacer un post con dos partes, una anterior al juicio y la otra posterior.

Anteriormente, puedo decir que estoy tranquilo. Realmente tenía ganas de que llegara el día en que ésto terminara de manera totalmente definitiva, lo cual unido a mi total convicción de haber actuado de manera correcta hace que los nervios ante la idea de ser juzgado no existan.

No nos engañemos, Mañana estaré ante un Juez y si ya me cuesta hablar en clase imagino que ante alguien en cuyas manos estará decidir si he amenazado (sí sí) o no pues el corazón se me acelerará y eso. No por miedo a consecuencias, sino por impresión por estar ante un tribunal.

Hace un mes recibí un correo, de Amnistía Internacional, con el llamativo asunto de Libertad de expresion:


El próximo 3 de mayo, el Día Internacional de la Libertad de Prensa, decenas de periodistas y ciberdisidentes seguirán en diferentes cárceles del mundo por haber ejercido su derecho a expresar su opinión. Esta amenaza también pesa sobre multitud de artistas. En Amnistía Internacional estamos decididos a combatir para que nadie pueda amordazar sus palabras.


Bien, quitando el hecho de que no he ido a la cárcel y este asunto no es tan importante como la censura indiscriminada contra artistas, el correo me hizo sonreír un poco, miré la fecha de publicación del primero de los mensajes denunciados y maldije porque la lírica no me ayudase con la fecha (aunque bueno, era una semana de diferencia).

El día 2 recibí la Noticia del artículo.

El día 3 de Mayo, como si el Dios de la lírica se quisiera reír de mi, me llegó la carta. Tenía hasta el Lunes para pasarme a recoger mi primera citación judicial.

El Juicio se celebra el 24 de Mayo, un año y 7 días después de aquellas elecciones a Junta de Escuela en las que simplemente defendí mi trabajo pasado y aquello que supone mis mayores convicciones en cuanto a lo que Docencia y Divulgación se refiere.



Un juicio después



Vaya, me di cuenta hoy de tarde de que no recordaba haberme despedido en mi primera parte ni haber preparado un intermedio poco brusco... Supongo que ayer buscaba más el liberar todo lo que quería decirle a alguien (de nuevo).

Bueno. ¿Por dónde empezar? El juicio duró dos minutos. No soy capaz de decir si la silla era cómoda o incómoda, ni el color del pelo del juez, ni hablar del micrófono a lo OT. Nada. Fue sentarse y que me dijeran que yo no pintaba nada allí, que retiraban los cargos contra mi.

Me fui al baño y vinieron a buscarme porque estaban leyendo la sentencia. Entré a media sentencia y tuvieron que decirme luego que eramos todos inocentes.

¿Que cojonudo no?

¿Por?

Porque eres inocente

Hace aproximadamente 379 días que lo sé. 379 días en los que he tenido que aguantar que alguien saliera en prensa diciendo chorradas, que se pusiera en duda la buena fe de mis palabras, que las personas que me aprecian sufrieran...

¿Qué he ganado? ¿Que un juez me diga que soy inocente sólo porque de repente la acusación decide que no tiene nada contra mi? Ni siquiera se me declara inocente porque yo haya defendido mis palabras. Para eso valoro más la carta que me envió la Universidad diciéndome que era majo...

¿Qué ha ganado él? Que alguien se disculpe.

Quizás ahora alguien se espere algún despotrique de algún tipo. No. Ya he tenido a una ventana del Messenger (ésta sin amenazas, creo) abierta durante casi una hora para ello.

Odio este Juicio. Y no por lo dicho antes. No, no. Lo odio por mi costumbre de pensar las cosas y mi capacidad de encontrar patrones en las cosas.

Lo odio porque he redescubierto que la gente tiende a actuar de manera egoísta, siempre. Y recapitulando hacia atrás no puedo ver más que a todo el mundo que rodea este caso manchado de mierda, excepto quizás un único personaje que estoy seguro de que piensa que no hizo nada.

Quizás estés pensando "será cabrón, se está metiendo conmigo". Tienes un 99% de probabilidades de que así sea. No te preocupes. Yo también estoy manchado. Todos estamos manchados. Lo único que pasa es que como estamos todos tan manchados nos parece que nadie lo está, o que quizás haya un par de ellos que lo están. El que no está manchado es probable que sea porque no ha estado lo suficientemente cerca.

¿Y porqué la gente actúa así? Miedo, comodidad...

No sé. Quizás necesito que pasen un par de días para que todo esto se diluya. Que nadie se equivoque, no me quita el sueño. Seguiré tomando algo con la gente que me cae bien, no negaré saludos.

Otro día quizás escriba otro post en otro tono más alegre, aunque lo dudo.

Al menos soy inocente. Lo que me jode es que sea porque lo dijo un abogado, no porque nadie haya valorado las palabras que escribí.

Al menos ese personaje no me podrá decir que le amenacé, insulté o abrí un foro para hacerlo.

Espero que al menos la Docencia haya ganado algo. Yo no.



Una sentencia después



Ayer recogí la sentencia. Nada nuevo bajo el sol. Todos absueltos, pero dicho en 5 o 6 folios.

El mundo ya no es tan oscuro y desagradable, pero mi sensación de que no tengo razón para estar alegre por el término sigue ahí.

Al menos ha llegado a término.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo enmarcaba la sentencia. Se parece mucho a el capítulo de los Simpsons en el que le dan a Homer un certificado de no estar loco :-)

Ánimos.

Tania-chan dijo...

Y lo más lamentable es que esa persona seguirá pensando que realmente tenía motivos para hacer todo esto :(

Pero en fín,¡ánimo! Como tu dices, ya ha terminado todo.

Y sobre todo, no dejes que este tipo de personas hagan que pierdas la fe en la gente... :)

Guti dijo...

Algunas de las cosas que dices no las entiendo, supongo que debido a todo lo que no sé sobre este asunto (me encantaría, por ejemplo, leer esa sentencia para poder opinar a gusto, pero creo que aludes a más cosas).

Pero aun con lo que no sé, y si he interpretado bien lo que cuentas, lo que ocurre es que hay un respetable ciudadano capaz de encargar a unos abogados el loable trabajo de tener a un montón (¡un montón!) de personas inocentes puteadas durante más de un año. Lo sorprendente, lo oscuro, lo incomprensible, es que exista gente así. Pero ya lo sabíamos. Es cuestión de suerte encontrarse con ella o no.

Algunos comentarios de aquel famoso hilo me parecieron quizás fuera de lugar, o exagerados, o subjetivos. Lo gracioso es que en esa rocambolesca defensa de su honor lo que ha hecho ha sido inclinar la balanza hacia el otro lado. Ahora el beneficio de la duda ha cambiado de sitio. Nada de lo que nadie pudiera haber dicho en el foro le ha dejado en peor lugar que el que él mismo se ha labrado pacientemente.

Cuando alguna vez he tenido que tener a alumnos preocupados más de un par de días por un posible suspenso o medidas disciplinarias, me ha dolido (por ellos) cada minuto. No me imagino qué hay que tener en las entrañas para hacer lo que ha hecho este ciudadano durante 379 días.

Pesará sobre su conciencia.

¿Watch what you say? Bueno, sí. Hay que hacerlo siempre. Para no difundir bulos. Para no hacer daño. Pero circular por tu derecha, a velocidad moderada y y respetando a los peatones no va a librate de la mala suerte de pasar junto a un coche bomba.

Alegra esa cara.

Dulivan dijo...

Si tuviera que elegir un momento de todo esto eligiria el momento en el que estabamos todos a punto de entrar, llega el señor denunciante y su abogado le dice a uno de los nuestros, asi como que no quiere la cosa: "hombre (nombre), ¿defiendes tu a toda esta gamberrada?" Triste, patetico y repugnante

Rochgs dijo...

Lo triste --patético o repugnante seria exagerar-- es como todos los presentes, menos uno de los letrados defensores, dimos la cayada por respuesta. Un servidor el primero, que le cogió al lado.

Triste por que permitimos que el maestro enseñara al pupilo a politicastro, como una toga puede acojonar al pueblo llano, cuando debería protegerlo.