miércoles, abril 27, 2005

What's this?

The streets are lined with
Little creatures laughing
Everybody seems so happy
Have I possibly gone daffy?
What is this?
What's this?


El Domingo pasado llegué a la página de noticias de Google, excelente recopilatorio de artículos, y hallé una que me dejó infinitamente sorprendido. Javier Sardá dejaba el infame Crónicas Marcianas.

No se me malinterprete. No estoy diciendo que nunca haya visto el programa. Ni siquiera digo que no lo haya visto cuando comenzó la época de declive. De hecho, hasta no hace muchos meses, quizás algo más de un año, lo solía ver tirado en el sofá, hasta que me iba a dormir.

En realidad, cuando un amigo me preguntó porqué lo veía, no encontré ninguna razón lógica. Simplemente, cuando llegaba de clase, o después de leer un buen rato, estaba bien sentarse delante de la televisión y apagar el cerebro.

Algunos pueden equivocarse a este respecto. Cuando hablo de apagar el cerebro me refiero a dormir con los ojos abiertos. En ese estado puedo ver cualquier cosa de manera impasible. El programa era una puta mierda, pero lo veia. El inconveniente es que, técnicamente, las horas se pasan sin que yo viva. Eso sí, luego salgo muy descansado y relajado.

Con el paso de la carrera y el descubrimiento de nuevos libros, el tiempo se encoge, como si viajara a velocidades cercanas a la de la luz. Mi conciencia me grita para que deje de perder el tiempo muerto viendo a Sardá y, sencillamente, lo dejo.

Pero uno es débil, ycuando está en la cama y no se puede dormir, pone la televisión, y acababa en sus manos. Ya solo eran 5 minutos, porque el efecto adormecedor era inmediato.

Sin embargo, Telecable primero y Buenafuente después acabaron con Crónicas. Era virtualmente imposible acabar allí.

Hace unos posts reflexioné un poco sobre la ley de defensa del menor en la televisión. la reflexión versaba sobre, hasta que punto era lícito exigir a alguien la retirada de un programa o de sus contenidos.

Hoy, que la decisión no depende de mí, me alegro sinceramente de que Sardá deje el programa. Más aún, espero que el programa deje de existir. Más aún, espero que no lo cambien por otro programa similar y que éste tenga éxito. Más aún, espero que, si Sardá realmente se va a Canal +, no haga otro programa ni parecido y nos demuestre que puede seguir siendo tan bueno como cuando hacía Moros y Cristianos.

Pero hay demasiados fantasmas por ahí rondando, y el problema quizás no sea sólo Sardá.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sardá se va antes de perder él solito... Buenafuente ha salvado la libertad de elección en horario nocturno!!!

Abe dijo...

Creo que si sumamos todos los minutos que he gastado en mi vida viendo Cronicas Marcianas no llega a una hora. Curioso eh?

Abe dijo...

Claro está, sin contar los programas de zapping, que mostraban sobradamente que el programa apestaba...

Tania-chan dijo...

Creo que si sumamos todos los minutos que he gastado en mi vida viendo Cronicas Marcianas no llega a una hora. Curioso eh?

Lo mismo digo xD