domingo, septiembre 26, 2004

PizzaMovil, ¿Qué desea?

Bueno, hoy toca historia cotidiana, nada del otro mundo.

para cenar hoy hemos decidido comernos unas pizzas que compramos llamando a Pizza móvil, servicio de pizzeria a domicilio alternativo a TelePizza.

Las pizzas no son mucho más grandes y su infraestructura no les deja llegar en menos de 45 minutos. Sin embargo, su sabor y un extraño cariño hacia ese sitio hace que les llamemos siempre a ellos.

Hoy, algo cambió.
Llamamos a las 21:45 para pedir un par de pizzas, lo normal. Me tumbé a ver un documental sobre el cerebro en mi ordenador y me olvidé del asunto.
El documental terminó asi que me puse a leer y el tiempo seguía pasando, hasta que mi padre me hace notar que ya han pasado 75 minutos y la pizza no ha llegado. Está enfadado, el gran hombre tiene hambre, así que he de llamarles para quejarme.

No vamos a mentir, quejarme se me da fatal. Normalmente pocas cosas me molestan lo suficiente como para quejarme demasiado y, sinceramente, un retraso en unas pizzas de las que no tenía hambre me importaba bastante poco.

Pero aún así llamé. "Hola, pedi unas pizzas hace 75 minutos... bla.. blabla... blablabla..." "Oh, perdone, es que la suya la está llevando una chica que está en su primer día y tengo miedo de que esté perdida por la corredoria." Genial, envían a una novata a una calle que no aparece en los mapas... la imagen de una pobre chica en una moto en una rotonda mientras llueve y truena viene a mi mente. "No se preocupe, le enviamos a casa un descuento del 50%, y disculpe las molestias." Pero a mi eso me importa poco, pagan mis padres. "Si, claro, ¿pero sabe si la repartidora está bien o algo?" "Oh sí, no se preocupe, ahora la llamo al móvil. Y disculpe las molestias. "Que sí hombre que sí. No pasa nada."

Colgué y mi padre me preguntó por la cena. Ni el cupón de descuento le pareció bien, quería cenar, mañana tiene que madrugar, son las 11 y no tiene cena. Yo ahora me imaginaba a la pobrecita motera estornudando y empapada en mi puerta mientras mi padre se niega a pagar.
Pasan 10 minutos y la chica no llega. Mi padre se queja de que la cena estará fría.

Al fin pican. abro y salgo a encender la luz del pasillo, ya de por sí difícil de encontrar, para que la chica no se pierda. Los dos minutos que tarda en llegar indica que se ha ido a la otra ala del edificio, dentro de mi ala se ha ido al otro pasillo y ya en mi pasillo ha mirado las otras dos puertas antes de darse cuenta de que yo estaba apoyado en la mía, abierta.

Me mira y su cara muestra nervios, pero en sus ojos se lee un "¡Por Dios, menos mal, eres joven, seguro que no me riñes!". Sonrio, cojo las pizzas, las llevo a la cocina.
Cuando vuelvo la encuentro jugando con mi perra, la cual se encuentra sobre mi felpudo patas arriba. Le pago y le dejo el euro estándar de propina, se le atragantan sus propias disculpas del susto y yo le digo "No pasa nada hombre."

Mi padre se queja, al pizza está fría. "Se puede comer hombre, no pasa nada." Es mi respuesta. La gente se queja por gusto.

viernes, septiembre 24, 2004

Descartes

Es un extraño día de Invierno. Hace calor, mucho calor para ser Febrero. La camara se acerca hacia lo que parece un colegio. Pared marrón, aspecto nada amable y las cortinas echadas en todas las ventanas, impidiendo que los niños dejen volar su imaginación con el exterior.
La cámara se eleva y llega hasta una ventana situada en una especie de torre en la que un niño ojea por un hueco que su rota persiana posee.

En el interior de la clase un profesor lee unos aburridos folios mientras un alumno, por turno, le sigue en la lectura. El resto parece dormir.

"'Descartes tuvo un hijo con su criada...' vaya, que tipo."
"Era un buen cristiano."
"¿Ah sí? ¿Y que le pasó? ¿Se la encontró por el pasillo y estaba a oscuras?"

La lectura continuó hasta llegar al famoso Cogito ergo Sum. Cuando uno de los asistentes a tan magna lección dijo:

"Esto es una tontería. Está mas que claro que la posición escéptica es una pijada, incluso la paja mental de este tipo. ¿Cómo no va a existir todo?"

La gente gira su cabeza. Podríamos definir su gesto entre sorprendido, extrañado y quizás asqueado. Se sorprenden de semejante arranque de espontaneidad, que resulta extraño si se compara con la monotonía de la clase y que parece un mero intento de llamar la atención del profesor.
Todos excepto el chico de la ventana, una chica que mira fijamente al profesor y otro chico cuya mirada se halla perdida en el infinito que se situa entre su retina y sus párpados.

"Bueno, no es tan simple. Hay ciertos detalles que complican la cuestión. descartes hablaba de un genio malvado que le engañaba..."
"¡Por Dios! ¡Porque fumaba crack! Eso no es más que una tontería de un jodido ocioso mental..."
"Pero si lo piensas bien, no puedes estar seguro de la existencia de aquello que es externo a ti... ¿Viste Matrix?"
"Si, menos mal que la 2 y la 3 eran buenas."
"Bueno, pero el asunto de la simulación informática del mundo..."
"Eso solo es ciencia ficción. Además, que importa, esa simulación era real ¿no? ¿Acaso no existía?"
"Pero no el plano de existencia que deseamos tener. Esa existencia está controlada por otro ser, una especie de demiurgo, que nos resta toda la libertad."
"Eso suena irónico en boca de un cristiano. Pero dime, ¿si no eran libres, porque Neo puede escapar?"
"Sin embargo esa existencia sigue sin ser real."
"Oh... eso es estúpido. Es obvio que existimos. Sino como es que pensamos, discutimos, nos movemos, queremos..."

El chico de la mirada abstraida se gira y se queda mirando al intrépido alumno. Tras unos segundos habla.

"¿Como puedes estar tan seguro de tu existencia y de todo lo demás?"
"¿Qué? Joder, si no existo ¿porqué hablas conmigo? Si esta calculadora no existe ¿porqué la esquivas cuando te la lanzo?"
"La costumbre, supongo."
"¿Qué?"
"Te puedo asegurar que no existes y que, por lo tanto, ni siquiera estás pensando, ni discutiendo. Al menos no más allá de lo que lo harías si fueras un personaje de libro."
"Sí que pienso."
"Es una mera ilusión. En realidad sigues el guión."
"¿Que guión? y ¿porqué hablas así?"
"Muy sencillo. Estoy dormido."

El chico de la mirada perdida se despierta en su cama y en el breve intervalo de tiempo que pasa hasta que se vuelve a dormir piensa que quizás debiera esforzarse por ser menos peculiar.

jueves, septiembre 23, 2004

What Do I Do Now?

No puedo hacerlo. No puedo escribir un post todo lo emotivo y maravilloso que la ocasión se merece. No puedo ni acercarme a la magnificiencia que se merecería el protagonista de este post y cualquier cosa que haga será insuficiente e inmerecedora de siquiera nombrarle.

Es uno de mis mejores amigos. Es uno de los más interesantes. Me atrevería a ponerle en el primer puesto, pero mi cobardía me impide hacer clasificaciones a tan alto nivel. Lo único que puedo hacer es decir que es mi más viejo amigo. La primera persona con la que hablé en el colegio y que destruye el tópico de que la primera impresión es lo que cuenta.
O quizás no. Quizás esa primera impresión me incitó a conocer a aquel fascinante personaje. Tan diferente que, sin duda, tenía algo de genio en su carácter.

Una persona con la que busqué puertas que no existían, con la que usé llaves maestras que todo lo podían, con la que investigué misterios, corrí aventuras y dejé libre mi imaginación.
Sí. Sin duda es la persona más interesante que conozco pues he podido ver toda su evolución, digna de una novela o una película de las buenas. Una persona que no se reconocería.

Una de las personas que más me ha aportado, a esos niveles en que ni uno mismo lo sabe. Pero lo sabe.
Alguien con quien cada conversación se convierte en algo de vital interés, de fuertes ideales y que sabe cual es su camino. Una persona que puede iluminar parte del tuyo con su grandiosa luz. Una de esas personas que todos deberían tener.
Que me perdonen los demás, pero en este momento de flaqueza, diré que es mi mejor amigo.

La persona que más me impresiona, aquella con la que me siento forzado a hablar de algo interesante, aunque no sea el tiempo ni se me ocurra nada. Con la que no puedo mantener silencios, pues la sensación de que algo se me escapa viene a mi boca.

Y ahora se fue. No podré disfrutar de sus palabras en meses. Y ha habido épocas en las que le veía menos, pero le sentía, sabía que estaba cerca y eso ya bastaba para llenar ese hueco, ahora vacío. Es ahora cuando todos esos silencios, esas conversaciones sin sentido, me vienen a recordar lo que podría haber sido y lo que fue.

Sé que no leerá esto. No tiene ordenador allí donde va y posiblemente tenga cosas mejores que hacer, eso espero.

Solo me resta desearle suerte, aunque no la necesitará. En fin, la pantalla se vuelve borrosa. Siempre nos quedará John Cleese. Sigo teniendo la caracola.

I've been living to see you.

Dying to see you, but it shouldn't be like this.

This was unexpected,

What do I do now?

Could we start again please?

domingo, septiembre 19, 2004

Creando..

A riesgo de que me critiquen por mi burda forma de expresarme he de decir que no estoy contento con la frase que sirve de firma a los posts en mi blog.
No es "Nada como Saber te hace sentir tan Humano." lo que queiro decir. Por un tiempo pensé n cambiarlo por "Nada como Pensar te hace sentir tan Humano.", pero no creia que tuviera la fuerza suficiente y no consideré justificado el cambio. Pero hoy he descubierto la palabra... "Nada como Crear te hace sentir tan Humano.".

¿Por qué? Porque nada como crear algo a partir de la nada es una prueba tan grande de la inteligencia humana. El coordinar decenas de elementos, logrando transmitir lo que solo "existe" en tu cabeza, la idea fundamental, para plasmarlo en el mundo real de una manera más o menos permanente.
Eso es lo que hacen los grandes genios y los simples humanos. Esoe s lo que ahce Kepler con sus dibujos de órbitas. Einstein con sus ecuaciones, Van Gogh con sus pinturas o George Lucas con sus películas.

Posiblemente el ejemplo que más ha llamado la atención sea éste último. Quizás alguien piense en la injusticia hacia los demás directores o creadores, pero poca gente piense en la misma injusticia acerca de Van Gogh y lo demás pintores.
Y es que hoy he visto el documental de La Guerra de las Galaxias que Canal Historia programó de 16 a 18 horas. Esta revelación hará sonrerir a más de un "no friki" de esta genial saga de películas (hablo de las antiguas) pensando que un informático ha sacado de madre la trilogía y le da una importancia que no tiene. posiblemente.

El documental se centra en el proceso de creación de las películas, en especial en la primera de todas. En ella vemos a un George Lucas primerizo, con aires de rebeldía e independencia, que lo único que desea hacer es narrar una historia que en su cabeza está totalmente montada y para lo que va a tener que inventarse muchas cosas.
Cualquier mente simple habría dado de lado la idea. Es fácil desechar algo por ser muy complejo, por ser más de lo que uno puede abarcar. Supongo que la autoconfianza es importante en este punto. Si no crees en ti mismo puedes abandonarlo o simplemente ir dejándolo, como esos pasos que te frenan justo delante del potro en la clase de gimnasia si eres tan poco agil y fuerte como yo.

No dudo que mucha gente le dijo a Lucas que se metía en un pozo demasiado oscuro. Él mismo lo penso cuando casi le da un infarto. Sin embargo no dejó de dar vueltas a su idea.

Pero lo más bonito de todo el documental no son los detalles frikis. Podrías quitar el sonido, eliminar toda la información superflua y seguirías viendo lo mismo, la creación. La ordenación del caos hacia algo totalmente coherente, de mayor o menos calidad, pero algo.

Y ese es el hilo conductor de la humanidad, y eso es lo que más se debería adorar en esta civilización, porque si algo es digno de admiración, si en algo nos basamos, es en la capacidad humana de crear.

Por eso mismo me maravilla todo acto de creación que cualquiera de mis allegados protagonizan. Ellos ven en él algo que no ha sido capaz de transmitir lo que querían, o que tiene fallos, o que es "cutre". Yo veo en cambio un orden, un proceso interno, el más íntimo y verdadero de nuestros movimientos, algo en lo que nos liberamos de nuestras máscaras, nos olvidamos de lo externo y finalmente nos convertimos en lo que queremos ser, un atisbo, minúsculo y corto quizás, del ÁNGEL que todos llevamos dentro.

Hace años yo contaba con esa capacidad. Mi imaginación llegaba a límites enfermizos y, lo que cualquiera ve como un juego de un niño estúpido, para mi era la más divertida de las empresas y las aventuras, no por su realismo, sino porque era algo inventado por mí (y por mis amigos), algo que de repente adquiría caracter propio y se independizaba de mí. en ese momento, la idea se ha convertido en realidad.
Por eso mismo decidí probar mi creatividad dándole una herramienta tan poderosa como la informática, descartando cualquier intento artístico. Por eso mi PFC no puede ser normal. Por eso siento algo dentro al darle vueltas a la idea en mi mente y atisbar cómo todo se va ordenando, cómo las piezas del gigantesco puzzle encajan, para luego darme cuenta de que es un puzzle de 3 piezas.

Hay gente que me dice que, a veces, llevo ciertas cosas muy lejos, que se me va la mente. Pero creo que eso mismo consiste en una de las partes básicas del proceso de creación. Confiar en tu idea, seguir moviéndola hasta límites insospechadamente lejanos.

He de decir que por fin estoy contento con mi post. No por su calidad, muchas cosas me he dejado que quería decir, mi calidad de escritor esta más allá de toda duda (en el mal sentido), sino porque mientras lo escribía, quizás haya cambiado algo.




P.D:
En el documental, además, hay un brillante momento en el que Lucas dice algo que tu piensas, pero que no le dirías.

Habla de Darth Vader, y de cómo éste se convierte en algo que no quiere, para lueg decir que es irónico que él, que quería hacer su cine de manera independiente, que odiaba las grandes productoras, por su manía de meter mano, se haya convertido ahora en una de esas grandes maquinas de hacer dinero que odiaba.

"Pero eso me permite hacer películas." Ha caido en su lado oscuro.

miércoles, septiembre 15, 2004

Feliz Aniversario

BSO: Santa Esmeralda -- Don't Let Me Be Misunderstood

El autobús enfoca la rotonda de Parque Principado. La gente del autobús gira su cabeza hacia el gran edificio y se ve a una enorme cola salir de la tienda.
Al llegar a la parada me incorporo. Aún tengo la barra en la que venia apoyado marcada en la espalda cuando una señora me empuja a un lado para llegar antes que nadie a la puerta. Pacientemente espero.

Las puertas se abren y el torrente humano me empuja al exterior del transporte público. Como escupido por un gigantesco gusano (si es que escupen) sigo la marea de gente. Subo el volumen de la música.
Pin piribiripiribiiii piribiririri Pin piribiripiribiiii piribiririri

La gente se dispersa por los comercios y yo llego a mi meta, la tienda donde compraré un lápiz USB (Pen USB para los que nos leen por el Canal Internacional). Entró y unos gritos suben por encima del nivel de mi música.

Un hombre está subido encima de una de las lavadoras. En su mano lleva una batidora (que debe funcionar a pilas, pues parece estar girando) la agita apuntando al cielo mientras grita alguna extraña consigna.

Sigo caminando, no sin antes fijarme en que están echando Big Fish en una gran pantalla. Llego hasta el stand de los lápices USB. No queda ninguno, pero hay decenas de cajas abiertas y diseminadas por el suelo. Me pongo a buscar. En alguna de las cajas tiene que haber uno. No pueden haber desaparecido.
Un brillo me llama la atención. Debajo de una de las estanterías de videojuegos hay una caja intacta.

Paso al otro lado de la estantería y veo una chica tumbada en el suelo. Al verme se levanta, tropieza y trata de escapar reptando mientras parece implorar algo. Le sonrío, me agacho, cojo mi lápiz y le pregunto si es de los que están de oferta.
Ella grita. Me quito los cascos para ver que le pasa y oigo una voz detrás de mí. ¡Aquí hay otra! Me giro y me encuentro a un grupo de personas, armados con pies de micrófonos y linternas que se acercan a mi de manera amenazadora. Pero al llegar a mi lado compruebo, con alivio, que el blanco de sus miradas es la chica que solloza mientras se la llevan atada de pies y manos con un cable de red de 5 metros.
Uno de los chicos se queda a mi lado y me dice Date prisa. El momento es dentro de 3 minutos.

Con mi lápiz USB en la mano salgo por el pasillo. Voy a la caja.
Allí me encuentro con las barreras que impiden el paso echadas, excepto una, atascada con una estantería de las negras que se construyen en un momento.
Me dirijo a esa caja. El cajero me ve llegar y trata de correr, pero tropieza y cae al suelo. El dinero que llevaba en la mano se cae con él. Me acerco mientras él, sollozando, hace lo posible por recogerlo todo. Yo le doy el importe exacto del lápiz. Él echa a correr y yo le sigo, esperando mi ticket o algo.

Mientras corre comienza a dar alaridos. Unos compañeros suyos asoman desde detrás de los stands del Servicio Técnico y le dan a un botón. La puerta comienza a bajar y el chico se lanza rodando por el suelo para entrar justo en el último momento. Lamentablemente se ha dejado el sombrero fuera.

Bueno, ya he pagado, así que me voy. Pero la puerta para llegar a la entrada está cerrada.
Salto por encima de una de las cajas y llego al pasillo principal, la puerta a la libertad. Me detengo. Hay 5 guardias de seguridad armados con porras mirándome con cara bastante poco simpática. Doy unos pasos hacia atrás, hasta que me tropiezo con una persona. Miro hacia atrás y veo a una muchedumbre que también parece cabreada.

Me aparto del pasillo. Mejor no meterse en guerras ajenas.
Las personas que más adelante están no llevan nada en las manos, pero se pueden observar líneas en este ejército improvisado. Los situados por detrás llevan en las manos microondas, los siguientes llevan pies de micrófonos y por último se sitúan un centenar de personas cargadas con sacos y bolsas.
Sigo retrocediendo y le doy una patada a lo que parece ser una cámara de seguridad.
Miro hacia el techo. Los lugares donde había cámaras aparecen ahora desiertos, excepto por una que apunta al pasillo central. Poco antes de llegar a la puerta.

De la cueva de las televisiones sale el hombre de la batidora. Se sube a una de las cajas y grita, invitando a todos a avanzar con el movimiento de su cetro.

La primera línea de hombres comienza a gritar asustada y corre hacia los 5 inocentes guardas. Tras ellos los hombres de las microondas comienza a correr tras ellos entonando unos cánticos bastante amenazadores.
En ese momento unos hombres se asoman por encima de unas cajas y apuntan a los guardias con unos punteros láser, directos a los ojos. Los guardas, cegados, comienzan a retroceder.
Cuando el grupo de asustados pasa bajo el objetivo de la única cámara viva otro hombre se encarga de destrozarla. Nadie sabrá lo que pasará ahora.

La primera línea llega a los guardas, que cegados se ven sorprendidos por una marabunta de personas que se les tira encima, dejándolos inmovilizados en el suelo.
Los hombres de los microondas llegan detrás y los lanzan contra las puertas, que resisten los dos primeros golpes, pero no pueden con los demás.
Los hombres de los pies de micrófonos se debaten entre ayudar a inmovilizar a los guardias y limpiar los cristales que quedan en las puertas.
Tras ellos los hombres cargados de bolsas y demás bienes ayudan a sacarlos por la puerta, atar a los guardias y levantarse a los hombres de la primera línea.

Salgo por la puerta y observo anonadado. Los centenares de personas tratan de llegar a sus coches, mientras unos pocos se atrincheran cerca de las puertas, volcando coches, contenedores...
En pleno estado de guerra Parque Principado ha sido rodeado por el ejército. Helicópteros, coches de la policía, hombres armados y francotiradores adornan el aparcamiento.

Esa fue la primera vez que oí el contrato social romperse.

martes, septiembre 14, 2004

Buena "Educación"

Iba a escribir una historia que me vino a la cabeza el otro dia y otra que me ronda, pero hoy he visto el telediario. Sí, lo he hecho.
Normalmente no suelo tener ansia por verlos, ya que no tengo ni tiempo ni ganas suficientes para atender las noticias como debería para distinguir las medias verdades de las medias mentiras.
Pero no es sobre eso sobre lo que quiero hablar ahora.

Como decía, estaba viendo el telediario y hablaban de un cambio educativo. Entre otras cosas hablaban de los primeros años de colegio y el fomento de la lectura.
Al parecer la antigua LOGSE aconsejaba a los docentes no iniciar a los alumnos en la lectura antes de los 6 años. ¿Y eso?

Llevo años escuchando que los jóvenes no leemos (como si los adultos lo hicieran) y ahora resulta que la ley de educación aconseja a los profesores que no hagan nada porque los más jóvenes comiencen a leer desde el principio.

Traté de recordar mi infancia, en la guarderia, y recordaba que la profesora hacía concursos en los que se ganaban libros. De acuerdo, un cómic de un extraño gato, pero no nos van a dar Guerra y Paz con 4 años.
Recuerdo que lo único que hacíamos en ese edificio amarillo y horrible era leer, escribir y jugar en un patio minúsculo, porque ¿qué más le vas a enseñar a un niño?
Recuerdo cuando hacía carreras con mi mejor amigo de la guarderia (Julio Iglesias) para ver quien escribia antes los números del 0 al 100, simulando que envejecíamos un año en cada cifra.

Pero si no les enseñas a leer ¿qué haces? Y sobre todo ¿cómo se puede afirmar que los niños hasta los 6 años no son capaces de leer?

En fin. Me alegro ver a profesores que no parecían hacer ningún caso.

sábado, septiembre 11, 2004

Private

He de decir, para el que no lo sepa ya, que bajo la piel de este extraño adolescente hay un personaje muy ingenuo. Si no lo sabías posiblemente a continuación te des cuenta de ello.

Ayer me encontraba con unos amigos, después de ver La Terminal, en un bar, tomando algo como una persona normal y uno de ellos comentó algo acerca de un álbum de fotos privado.
De acuerdo, todos tenemos fotos que no queremos que nadie vea, por el mero hecho de su vergonzoso contenido (mi cuerpo lleno de pústulas por la varicela, aquel cura tocando mi palo del amor...). Eso lo das por supuesto en el momento en que tienes una.

Sin embargo hoy no hablaré de eso, porque no son esas las fotos a las que me refiero.
Un ejemplo de foto privada es una foto de una vista de una playa de noche, creo recordar.

Esto me produjo un shock. El concepto en sí, de hecho, me pareció extraño y antinatural. Algo que te gusta y que no queires enseñar, no por miedo a ninguna carcajada ni nada así, sino porque sí.

Sin embargo, el shock se volvió contra mí cuando el segundo compañero de mesa confesó la existencia de su album privado ¡Ahora el shock erasuyo porqu no tenía album privado!

Me imagino que va con mi naturaleza. Soy callado y reservado, pero con la gente con quien tengo confianza no me importa compartir ciertas cosas, más aún si ello no reporta alguna vejación o verguenza.
Me encanta compartir lo que pienso que es bonito, incluso me siento bien cuando otra persona lo encuentra bonito.

No es esto un reproche, simplemente una reflexión sobre la necesidad de tener un lado privado, algo a lo que la gente no deba acceder aunque no sea humillante. Un Sancta Sanctorum solo a tu alcance.
Sin embargo, es una reflexión que no lleva a ninguna parte. No tengo ninguna razón para afirmar que el lado secreto sea bueno, ni que sea malo. Simplemente, no creo tenerlo.

jueves, septiembre 02, 2004

Viaje - - Partida

Lo que más me gusta de un viaje son las expectativas.

Me monto en el ALSA (lejos quedan aquellos incómodos cubículos, ahora son más cómodos y mejorados) y me dispongo para disfrutar de un viaje de 7 horas y 45 minutos.
Es mucho tiempo. Pienso en lo que haré durante todo el viaje mientras acarició mi mochila, llena de música y libros.

Lo primero de todo es poner My Way en el Discman. Me gustan los recopilatorios, y en concreto este, porque es una manera rápida de escuchar lo mejor. Y no sé porqué, pero algunas canciones de Sinatra me encantan.

Por fin el bus se pone en marcha y salgo de la estación. Enfoco una recta con los primeros compases de New York New York y se detiene en un semáforo por un leve instante, para reaundar la marcha con el I'm leaving today.

Sonrio y pienso en lo relajante del viaje.
No me refiero a alejarme de lo cotidiano y lo estresante. Eso es la meta. El viaje es largo camino que hay que recorrer hasta ese lugar desierto en el que pasar menos de una semana.
Un vibromasaje en el asiento del ALSA.

En la soledad de mi asiento miro por la ventana. Llegamos a la Fabrica de Armas mientras Sinatra sigue cantando a New York.
El autobús se detiene y observo una Iglesia en el interior de la susodicha fábrica. No recuerdo haberla visto nunca. Es curioso como una valla puede tapar diariamente, durante 4 años, algo que está tan cercano y que, bien mirado sí que se puede ver desde fuera.
Supongo que en esos 4 años no me preocupé por mirar más allá de la negra valla.

El autobús continua su marcha y entra en unarotonda mientras Sinatra habla de comenzar de cosas y lograrlas anywhere. El bus sale de la rotonda por un desvío con un letrero que pone "todas las direcciones".
El sol me da en la cara mientras Sinatra grita por New York, New York por última vez.

I'm leaving today

Saco mi bloc, escribo. El chico que está sentado al otro lado del pasillo, con sus cascos y su cara ausente me mira. No noto curiosidad, burla ni pena en sus ojos. Solo mira.

A 5 líneas del final mi bolígrafo deja de escribir. Sonrio por previsor y saco mi portaminas. Para una vez que tengo bloc e inspiración, no me va a fallar el bolígrafo.