miércoles, junio 09, 2004

La Extraña Bondad

De pequeño tenía una extraña costmbre que muchos podría reconocer como esclavismo infantil.

Todos los días (cuando comía en casa) salía corriendo del colegio para llegar a... una panadería.
Allí esperaba a que mi madre saliera de trabajar y pasara a buscarme para ir a comer. Esperaba ayudando a mi amiga la panadera (Maribel) de diversas formas (le ayudaba a ordenar el pan, ordenaba la tienda...). Era uno de los mejores momentos del día (después de los pitufos y ciertos momentos del colegio).

Este es el primer ejemplo que recuerdo de bondad estúpida por mi parte. Lo hacía por que me gustaba, claro, pero ¿porqué me gustaba? No obtenía nada a cambio (bueno, algún que otro inesperado regalo). No era por un sentimiento egoista. simplemente lo hacía, sin razón, y yo era feliz.

10 o 15 años después me encuentro cn ejemplos de bondad estúpida cada poco. Algunos provienen de mí, que he desarrollado mi gusto por hacer lo que considero correcto, sin más razón.
Pero otros provienen de otra gente, el más llamativo de los cuales no pienso nombrar.

Personas que sin ninguna razón hacen cosas por los demás sin obligación que les ate ni recompensa que les mueva. Personas que, de hecho, son miradas con recelo y despreciadas por su mera bondad, porque la bondad no existe y debe haber alguna egoísta razón.*

Desde aquí mi total admiración por ellos, porque es genial ver a gente que no mira solo su ombligo. Y tan solo recordarles que"es el amo el que depende del esclavo, no al revés".

Aunque me quedo con la duda de si no habrá una auténtica razón, un "porque" debajo de todo... porque los generosos son más profundos, misteriosos e interesantes que los egoistas.

* ¿SABÍAS QUE... desde el punto de vista evolutivo podría parecer que la generosidad y la solidaridad son unas lacras, al favorecer la supervivencia de otros, pero que hay muestras que indican que la bondad puede ser evolutivamente beneficiosa? Nada de Gen Egoísta, el Gen Solidario también prospera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, señor Agente Brenes Rousseau, cuando tiraste a Hobbes por la borda??

Byrrell

Anónimo dijo...

Por cierto, creo que desde entonces nunca me habia acordado de tu costumbre de ir a ayudar a aquella panadera del fontan, a lo largo del dia me han venido a la mente muy queridos recuerdos de aquellos tiempos, como las gominolas con forma de jarrita de cerveza, la busqueda de llaves [que alguien habia dejado alli para algún fin y que debian servirnos para abrir algunas puertas (en cierto modo lo hicieron.Ya que no todas las windows son fisicas, no todas las doors estan fuera de la cabeza)] en el prado yendo hacia casa de tu abuela, o las mas comentadas aventuras de autopista, en fin...

Byrrell.

El Aprendiz dijo...

Realmente me alegro mucho de haber tenido alguien con quien compartir aquellas cosas.

Sin nuestras infantiles invenciones seriamos muy distintos de como somos ahora. No quiero ni pensarlo.