martes, febrero 22, 2005

la Carcel II

En anteriores episodios mentales...

De vez en cuando releo mis primeros posts del blog. Es algo que me gustaba hacer cuando llevaba un diario y es algo que me gusta hacer ahora.
Me gusta ver como pensaba hace meses y me hae pensar.

Pero entonces llegué a un post que podría haber puesto ayer mismo. Hablaba de mi preocupación acerca de que mi subconsciente se adueñe de mi vida y me haga alejarme del mundo real aún más.

Hoy hablaría de como me vi sumergido los últimos meses en el subconsciente total, saliendo a respirar en muy contadas excepciones.

A finales de año las energías me abandonaron. Sencillamente no podía más. No sé muy bien que sería pero el mundo tan solo pasaba a mi alrededor.

Quedaba con amigos, pero no era como antes. Yo estaba allí pero en realidad no. No digo que no me divirtiera, es estúpido negarlo, pero simplemente... no. diría que las conversaciones se volvían mas llanas y normales, pero mi memoria me impide asegurarlo y puede ser otra treta de mi subconsciente.

Iba a clase, atendía, aprendía, trabajaba, hablaba con gente, pero... tampoco. Empecé a hablar con más gente sí, pero poco a poco sentí que cada vez me esforzaba menos. no por hablar con ellos, sino por seguir siendo yo. Es fácil recurrir a bromas fáciles para salir del paso, pero a la larga ¿para qué?

Quizás todo sea una ilusión. Quizás comenzaba a manejar demasiadas cosas con mis manos, más que en otras ocasiones, y no podía dedicarme a ellas con la misma intensidad. Quizás mi cerebro trabajaba al máximo pero en demasiadas áreas.

Posiblemente ( es curioso, eso lo escribo por verguenza, porque sé que es cierto...) haya dejado tirados muchas cosas, proyectos y personas. ¿Y que hago? Soy un tenista al que le ponen enfrente una de esas locas máquinas de tenis.
Dios, no debería dar excusas. Lo hice y lo siento. Pero lo peor y que más siento es que ni siquiera puedo prometer que no siga pasando. Pero no sabéis lo que me duele.

En la última semana he notado una ligera mejoría tras lo exámenes, pero esto viene de lejos. Dios, espero leer esto dentro de 8 meses y decir que me equivocaba.

Amigo, por fin he hecho mind-writing, me ha salido. Pero ¿porqué ahora me siento tan mal? Como decia Byrrell en los primeros comentarios, quizás algunas puertas no deban abrirse.

P.D: No puedo dejar de pensar que hace unos 50 días escribía diciendo lo bueno que había sido el año. Imagino que las fechas me influyeron para ver solo lo positivo y "Dios sabe qúe" me ha influenciado hoy para lo otro. Sin embargo, estoy de acuerdo con los dos. A y no A.

2 comentarios:

Tania-chan dijo...

Decir algo juicioso y que sirva para algo en casos como este no es nada fácil. Sobre todo teniendo en cuenta que no te conozco mucho. Pero bueno, ahí va ...

El caso es que yo creo que comerse tanto el tarro no es nada bueno en absoluto. No sólo no te sirve para nada, sino que encima incrementa la sensación de malestar. Pienso que deberías dejar de preocuparte tanto y simplemente, vivir, experimentar, y sobre todo, ¡hablar!

El hecho de que temas que dentro de un tiempo mires este post y pienses que estés equivocado con respecto a lo de que estás mejorando, es algo que también debes evitar por todos los medios. NO DEBES TENER MIEDO A LO QUE VENGA, simplemente tienes que vivir la vida hasta que llegue ese momento lo más despreocupadamente posible. Y cuando llegue, sea lo que sea lo que venga, actúa en consecuencia.

¿Que no es fácil, dices? Eso es lo que parece, pero lo cierto es que no lo es. Y te lo digo yo, que aunque no lo parezca, he tenido épocas muy muy muy pero MUY malas en cuanto a las relaciones con la gente y conmigo misma.

Lo siento, este post no sirve para nada. Lo que si sirve es hablar. Así que habla, habla, habla ... desahógate con la palabra [b]dicha[/b] (que es mil veces más eficiente que la escrita), y sé feliz, que es lo único importante en la vida.

Saludos

PD: Me da mucho palo, pero voy a presionar el botón "enviar". Que sea lo que dios quiera xD

El Aprendiz dijo...

Siempre dije que la infelicidad provenia de la capacidad de imaginar posibilidades mejores.

El hecho es que si ahora miro para atrás me veo desbordado, atendiendo a tantas cosas que no atiendo a nada.

Y lo que dice Rodri es cierto. Solo en estos momentos reflexivos es cuando pienso en ello, porque cuando no, simplemente sigo haciendolo todo, mi velocidad de escape es demasiado alta.