miércoles, septiembre 17, 2008

Marlango

Utilizaré mi primer post sobre música (solo he tardado 4 años) para retratar un ejemplo de por donde se mueve la industria (que no el arte, hablo de la parte puramente económica) de la música actualmente, mal que pese a aquellos que ya controlan el negocio y tratan de evitar un cambio.

Mi relación con la música es algo especial. Si bien mis inicios fueron tempranos, debido sobre todo a mi padre, nunca fui una persona que dependiera demasiado de la música como alguno de mis amigos (sí, por fin puedo poner enlace). Solía escuchar la música que escuchaba mi hermano o mi padre (me gustaba más la de éste último), pero rara era la vez que yo ponía un disco por iniciativa y lo escuchaba. De hecho, tardé bastante en tener un CD mio.

Supongo que, aunque nuestra relación haya mejorado, ciertas cosas nunca curan del todo y a eso se debe mi silencio musical que contrasta con el de otros blogs, que hasta tienen banda sonora.

Tengo músicos más cercanos pero Marlango es el primer que he descubierto yo, por propia iniciativa, gracias a un sentido de la curiosidad musical que me gustaría que fuera más persistente.

Lo descubrí en alguna cadena de música de Telecable (Sol Música o 40TV) mientras hacía zapping en una de esas noches aburridas en que no hay nada en la tele. Tocaban una canción pegadiza y muy animada en que parecían disfrazarse de tigres o algo así. La canción era It's all right (el video no parece acompasado con el audio, pero no sé si es a propósito porque no encuentro ninguna versión buena del video).

La canción era pegadiza, pero nada más. Pasaron los días y un día pensé en buscar algo nuevo que escuchar y me acordé de Marlango. Me bajé el disco y me lo puse en mi reproductor de MP3. El tono del disco no es muy alegre, pero es el tipo de musica que me gusta. La voz de Leonor Watling me resulta muy agradable y su manera de cantar muy... interesante.

Cuando salió el segundo disco había escuchado bastante el primero. Me lo descargué y lo escuché, pero había cambiado con respecto al primero y no me gustaba tanto. Con el tiempo escuché tanto el primer disco que consideré que debía comprarlo, así que me fui a la FNAC y me lo compré.

La salida del tercer disco coincidió con el primero de sus conciertos al que asistí. Fui habiendo escuchado una vez el nuevo disco que venían a presentar (por cierto, descargado) y la asistencia (con su correspondiente falta a clase de Máster) me valió la perdida de una Matrícula de Honor. Ni por un instante me arrepiento pues fue el mejor concierto al que he asistido y difícilmente se me ocurre uno que pueda ser mejor. Tardé una semana en comprarme el tercer disco, sin haberme comprado aún el segundo.

Poco más adelante me compraron el segundo disco y poco a poco me ha ido gustando más, sobre todo después del estupendo primer concierto. A continuación Ella adquirió una versión especial del segundo disco que incluía versiones del primer disco.

El pasado Viernes ofrecieron otro concierto en Oviedo al que asistí sin dudarlo. Esta vez el concierto era al aire libre y más corto (hora y 20 minutos) pero fue igualmente bueno. Como colofón cantaron la canción que más me gusta, It's all right. En el concierto Ella utilizó un nuevo objetivo que prácticamente acababa de comprar (y con prácticamente me refiero a 4 horas antes) e hizo unas fotos muy buenas (mal está que yo lo diga) que espero que suba pronto a Flickr.

Además, durante el concierto (durante Shake the Moon, la última canción) tuve la impresión de que Leonor se nos quedaba mirando y que a continuación nos señalaba mientras gritaba a pleno pulmón (delante nuestro un hombre hasta se giró para ver a quien señalaba*). El hecho de estar cerca del escenario, con sendas mochilas, y que una de los dos sacara fotos con un objetivo grande mientras el otro le sujetaba para que se consiguiera estirar mejor da credibilidad a la historia. Al menos en mi cabeza ostias, y esto es mi blog. La verdad es que tengo curiosidad por saber si es así.

¿Y la moraleja ? ¿Y el ejemplo del principio? ¿Acaso era una mera excusa para decir que Marlango me gusta y que soy feliz pensando que me ha señalado? No no... Pero esta curiosa historia muestra el uso que puedes hacer de Internet para descubrir nuevos grupos, aficionarte a su música y establecer un lazo con su música que acaba reportando en beneficios para los propios artistas.

Vamos, que quizás no haga falta cobrar semejantes burradas** para que la gente pueda disfrutar de un poco de cultura, no importa la opinión que yo tenga de ella o lo "culta" que me parezca.

*NOTA: El hombre que se giró cuando Leonor nos señaló solo se movió en ese momento del concierto. Durante la hora y 20 minutos estuvo delante nuestro con los brazos cruzados, un gesto entre serio e interesante, gafas y sombrero. Hasta permaneció impasible los pocos minutos que llovió. No pretendo quedarme con él ni hacer burla, solo que me pareció muy curioso...

**NOTA: En el pasado he criticado a Oviedo y por justicia ahora debo aplaudir la iniciativa de utilizar música copyleft para ambientar las calles de la ciudad. No me parecería mala idea alargar la costumbre más allá de las fiestas (no sé cuán molesto es para los vecinos de las calles implicadas) y sería interesante la propuesta de Waaghman de dar a conocer los músicos cuya música se utiliza (aunque no se me ocurre cómo, la verdad). Eso sí, no sé si me habría enterado de no ser por Last.fm :P

1 comentario:

Rochgs dijo...

Me alegra que disfrutases del concierto. Y tienes mi palabra de que creo firmemente que os señaló a vosotros. Jamas cuestiono las buenas historias sin necesidad.

«(no sé cuán molesto es para los vecinos de las calles implicadas)»

Conociendo el percal fijo que les parecen las mismísimas trompetas del Apocalipsis...

«(...) y sería interesante la propuesta de Waaghman de dar a conocer los músicos cuya música se utiliza (aunque no se me ocurre cómo, la verdad).»

Como mínimo en su página web. Y si me apuras, con algún concierto de coste reducido en verano invitando a los más destacados o populares: «Oviedo Copyleft Music Festival».