Hace 9 años empecé este blog sin saber muy bien por qué.
Visto en retrospectiva, creo que el objetivo era reflexionar en voz alta sobre cosas que normalmente solo discutía conmigo mismo. Quizás plasmándolas en este blog, exponiéndolas a otros, tenía la sensación de hacer esas reflexiones más reales.
Mi amigo A. me comentó en su momento que lo que estaba haciendo era abrir una puerta a mi alma, a mi mundo interior, con sus ventajas y sus inconvenientes. La ventaja de poder compartir su pesada carga, impedir que mis pensamientos se volvieran más oscuros, pero la desventaja de que otros (cualesquiera) tuvieran acceso a mi interior.
Si he de hacer balance puedo decir que mis años 20 fueron geniales. No pretendo insinuar que hayan sido 10 años de fiesta continuada. Ha habido sus altibajos, sus momentos mejores y peores. He llorado bastante.
Aún así creo que en estos años 20 he sufrido varias transformaciones que han dado como resultado mi yo actual, del cual estoy muy contento. Y realmente creo que parte de este éxito y estas transformaciones han venido dadas por la apertura que acompañó al hecho de enseñar partes de mi alma aquí que normalmente no compartía con nadie.
Hace unos meses llegó a mi un artículo científico que hablaba de los beneficios psicológicos de la escritura, lo que al parecer se llama Writing Therapy. Me gustó particularmente la idea de que, mediante la escritura, el paciente comenzaba a analizar su conducta como si de otra persona se tratara. El paciente se convertía en objeto de estudio del paciente. El caballero tirándose a si mismo del pelo para salir de las arenas movedizas, que diría José Antonio Marina.
Y a pesar de todo lo anterior el blog ha muerto. En los últimos 3 años las actualizaciones eran meramente anecdóticas y normalmente por algún evento externo que superaba mi pereza para escribir. Sin embargo, no creo que el problema sea el formato.
Es cierto que el formato de microblogging (vamos, Twitter) ha hecho mucho más sencillo compartir tu vida en pequeñas y cómodas pastillas. No voy a decir ahora que Twitter haya dañado la comunicación cuando lo considero uno de los mejores inventos de difusión de contenido. Pero lo que sí es cierto es que hay contenido que no está hecho para esos microfascículos de 140 caracteres donde no cabe ni media explicación.
No, lo que le ha pasado a este blog es lo que le pasa a esas amistades que no evolucionan, que se quedan estancadas: los temas de conversación, antes o después, se acaban (o eso te parece).
Mi sensación durante el último año, y también el anterior, fue que una serie de hechos (afortunados o desafortunados) me iban añadiendo complicaciones a la vida. Igual que las pequeñas manos que te atan a la tierra en la canción High Hopes de Pink Floyd, o en el comic de Luis Royo y Antonio Altarriba Mecánica (yo lo he "leído" en el tomo El paso del tiempo).
Cuando estás en medio del barullo y no hay ningún mes tranquilo (aunque llega un momento que nunca es suficientemente tranquilo) es difícil ver que las cosas no son tan malas, que todo son experiencias que te hacen un poco más sabio.
Y cuando S estuvo aquí y vi que, pese a la distancia y a la evolución, no había tanta diferencia pensé que quizás lo que necesitaba era volver a recuperar a este amigo de Internet. Volver a tomar un café con él para hablar ocasionalmente. Quizás no cada fin de semana, pero seguramente más a menudo.
Cuando tuve la idea de volver a escribir en el blog pensé que esa podía ser mi crisis de los 30. Mi manera barata de volver a tener 21 años.
Ahora que se lo he contado a la hoja en blanco creo que no es así. Mi vida es muy diferente a hace 10 años. He pasado por diversas experiencias. He tomado caminos y rechazado otros. He ido y he venido. He cambiado.
Precisamente por eso creo que puedo compartir aquí alguna nueva reflexión, de la misma manera desenfadada, estúpidamente inconsciente y algo sabihonda que lo hacía allá por Junio del 2004.
Porque entonces no tenía ni puta idea de lo que es la vida. Me creía el centro del universo, el objetivo de todo mal, el protagonista de esta serie de televisión.
Justo igual que ahora.
5 comentarios:
Pero despues de todo aqui seguimos...
"es posible que a los 30 años no me acuerde de todas las tonterías que pienso, pero si lo escribo me podré reír de lo simple que era"
De mi primera entrada en el blog :)
Buen post (el tuyo digo)
Pues ya sabes cuál es la idea, que a los 40 podamos seguir riendo de nuestra simpleza :)
Y lo haréis. Doy fe.
A algunos nos daba reparo borrar el enlace. Por mucho que el blog estuviera parado... seguía siendo un enlace. Y ahí siguió. Al final teníamos razón en no borrarlo :-)
Me alegro mucho de ver que sigues ahí, y que has cambiado pero eres el mismo. Un abrazo.
A mí sí que me alegra ver que algunos seguís por ahí esperando que vuelva
Muchas gracias Guti, espero poder corresponderte con algo que leer entretenido :)
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