sábado, julio 17, 2004

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¿Cuanto hace que no estás sumido en el más absoluto silencio?

No me refiero a estar callado, como quizás estés ahora, pensando ser más inteligente que el que formula la pregunta.

La pregunta es ¿cuanto hace que no se calla todo el mundo que tienes alrededor? ¿Cuanto hace que el ordenador no deja su más o menos molesto ruido? ¿Cuanto hace que la televisión te bombardea con miles de ruidosos mensajes? ¿Cuanto hace que tu minicadena o tu mp3 te inunda la cabeza con celestiales ritmos?
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste tranquilamente, sin escuchar absolutamente nada, y pensaste sin nada que te distrajera?

Ayer, a las 15:30, mi edificio entero viajó en el tiempo a una época sin electricidad, sin televisión, sin minicadena, sin ordenador. Tan solo yo, las personas y el silencio.

En ese silencio mi mente me recordó algo que yo ya sabía. El ruido, las distracciones, pueden ser contraproducentes. 17 de Julio, dos semanas de vacaciones y el tiempo sigue pasando sin hacer nada realmente.

En el silencio, pensé lo que podría hacer sin todo ese ocio.

Pensé que podría leer un libro, tranquilamente, sin el miedo a ser expulsado de esa ficción por una bomba de sonido.
Pensé que podría comenzar algún proyecto gratificante, un proyecto que me reportase grandes beneficios mentales.

Todo esto pensaba mientras mi madre se movía a mi lado, susurrando "¿Qué haríamos sin televisión?... odio este silencio" mientras yo le respondía "Este silencio es maravilloso. Disfrútalo."
Ella me miró extrañada mientras yo, con los ojos cerrados, me impregnaba de la paz del silencio.

Incluso fuera, pájaros, personas y demás animales parecían compinchados para que el silencio fuera mayor.

Mi madre se fue y yo me quedé solo, con un libro y el silencio, feliz como no lo era desde hace mucho.

Entonces desperté del sueño. La electricidad volvió.

La televisión se encendió para mostrarme Tele 5 y sus estúpidos cotilleos. Me levanté corriendo para apagarla.

Pero de la que la televisión se apagaba, se encendía la minicadena y la banda sonora de Kill Bill inundó la sala. Más lentamente lo apagué, el cansancio se volvía a apoderar de mí.

Y entonces oí a la impresora. El ruido característico de cuando mi ordenador se enciende. Comencé a correr para parar aquel infierno ¿Dónde demonios están los plomos en esta casa?

Y cuando llegué a la encrucijada, cuando debía escoger seguir de frente para llegar a los plomos o girarme para atender la llamada del ordenador...

La felicidad había terminado. El libro estaba en el suelo. El mundo parecía haber despertado y llegaban ruidos de otros pisos y de la calle. Una parte de mi cerebro me recordaba lo feliz que acababa de ser, pero otra me recordó lo feliz que la electricidad me hacía.

La primera perdió. Acabé sucumbiendo al hipnotizante ruido de la electricidad. Un ruido silencioso que brota de las paredes y que nos rodea. Un ruido que notarás solo cuando hayas estado sin escucharlo un tiempo.

Solo de noche, de nuevo en silencio, antes de dormir, me di cuenta de lo que había hecho. Otra vez.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre el silencio iba a tratar mi siguiente actualización, rogaría que no mirases mis bocetos :P

Siempre te puedes comprar un disco de estos de sonidos de pájaros y fuentes; tecnología y naturaleza para una nueva raza de hombres...

Abe

Anónimo dijo...

Na, yo tengo uno del bosque de muniellos, nos es pa tanto, ademas parece que cuando llueve alguien ha tirao de la cisterna del water...

Por cierto, brenes, tu no podrias dormir en mi calle... con tanto jolgorio que hay por las noches estarias sin tener paz durante años.

Dulivan

Anónimo dijo...

Pensaba que vosotros aprovechariais mejor el silencio, que desilusión.... Yo suelo hacerlo, apagarlo todo, tirarme en la cama o en el suelo y oir el silencio, es genial. Ya lo decían Simon & Garfunkel ---- "The sound of silence"
MacCrosky

Anónimo dijo...

Yo aprovecho el silencio. El problema es que si me acuesto en el suelo a "oír el silencio" posiblemente oiga a Ana Rosa hablando desde el salón. Antes de dormir sí puedo hacer esas cosas...

Pero bueno, lo que más me mola es el sonido del mar y de las olas...

Abe