miércoles, marzo 02, 2005

Getting the hair cut

Tienes el pelo largo e indomable cuando:

- Te estas peinando con prisa después de una buena siesta y el peine se ha quedado atrapado en tu pelo y no sale hacia ningún lado.
- Eres capaz de hacer electricidad estática con el pelo y sin quererlo.

Ante semejante muestra de incomodidad decido sacrificar mi pelo. Mi historia con mi pelo es extraña, no compleja. Yo no lo veo, así que no me molesta. Si no me molesta interfiriendo con otros elementos (ojos, orejas...) no corre peligro.
Además, cuando lo veo, puede ocurrir que me guste, me de igual, o me asuste. Sin embargo tiene que no gustarme demasiado para que me lo corte, así que siempre lo corto por comodidad.

Esta vez el pelo creció en un perfecto estado de comodidad y mi malsana curiosidad por ver que pasaba si me empezaba a dejar el pelo a lo Einstein enloquecido hacía el resto.

El martes esperé a que llegara mi padre para quedarse con la perra (está mejor, gracias a los que os habéis interesado) y me fui a Parque Principado a cortarme el pelo.

Según entro oigo un bufido proveniente de los empleados que están sentados y charlando. Normal, son las 20:30.

Me siento y veo los ojos desorbitados de la peluquera. Esbozo una sonrisa malvada y le digo que quiero que me quite toda esa mata de pelo.

Normalmente me duermo en el peluquero, pero esta vez disfrute viendo como la pobre mujer peleaba contra mi pelo. Incluso cuando cerraba los ojos sonreía.

Vaya, cuando empecé me parecía un post más interesante.

P.D: Luego pasé por la FNAC y me pillé una revista y el DVD dela edición especial de "El Día más Largo".

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