Así a lo tonto pasa una semana en la que he hecho tan poco (tan solo estudiar algo y desarrollar algun proyecto) y no se me ha ocurrido seguir con esta loable labor de escribano.
El caso es que no me apetece escribir una profunda reflexion sobre la esencia de la metafísica, así que hoy me dedicaré a narrar uno de los experimentos que puedes hacer dia a dia en el autobús, cuando te ves obligado a usarlo a menudo.
Hace ya su tiempo, subía yo en el autobús, con la preocupación de no quedarme traspuesto y acabar mirando a alguien fijamente. Una de las cosas que suelo hacer, aparte de leer o escuchar música, es quedarme pensando en lo curioso que es el ecosistema del TUA.
Es curioso ver como la gente se transforma en cuanto atraviesa la puerta, para convertirse en un mero atrezzo del autobús cuyo máximo esfuerzo será mover los ojos para leer o los oidos para escuchar.
Es simpático ver la lejanía con que podemos tratar a gente que está a centímetros de nosotros.
En uno de esos pensamiento incluso imaginé a una pareja que estaba sentada espalda contra espalda. No se conocía y obviamente no sabían que eran lo que estaban buscando. Simplemente se levantaban y alejaban para no volver a verse.
Iba yo pensando cuando subió una ruidosa pareja de muchachitas, muy alegres, hablando a gritos lo cual, a ciertas horas, no es nada normal en un autobús. Ahí comenzó el inconsciente experimento.
Día 1:
Las chicas entran y pasan de la zona central donde comódamente me suelo encajar. Durante todo el viaje se les oye hablar, bromear y reirse. No sé donde están, soy demasiado vago para girarme, pero me las imagino divirtiéndose.
Se bajan en una de las paradas más multitudinarias. una de ellas rie con la bboca abierta mientras golpea en el brazo a su amiga.
Día 2:
Al día siguiente, a la misma hora, las chicas vuelven a montar. Igual de ruidosas y alegres que el primer día.
Esta vez se paran en la zona central. Quedan enfrente mio, pero voy ladeado (así aprovecho la inercia del autobús para tener que hacer menos esfuerzo al estar de pie) así que no les veo.
Voy a lo mio. Pensando en que llego tarde, cuando me doy cuenta de algo. las risas se han parado.
Despierto de repente y me doy cuenta de que si ellas ya se han bajado yo me debería haber bajado también. Miro por la ventanilla, pero no hemos llegado aún. Giro mi cabeza y las veo allí, de pie...
Pero ya no rien. Estan serias, mirando al suelo. Giro la cabeza y el resto del autobús parece normal, pero las alegres chicas se han callado.
En el resto del viaje no hablan entre sí ni levantan la cabeza. Me sonrío y me preguntó que les habrá cortado tanto la alegría.
Me miro. No estoy desnudo.
Día 3:
Todo se había olvidado y se había convertido en una nueva entrada en el diaro del TUA cuando, una semana más tarde, vuelven a entrar en el autobús.
Pero esta vez entran calladas y serias.
Me doy cuenta entonces de que hace una semana que no subo a esa hora en autobús. No es la hora a la que suelo quedar con nadie.
Es probable que tengan alguna ocupación diaria a esta hora que las haga subir, un trabajo, por ejemplo. Dado que las dos visten igual, supongo que van a trabajar.
Me sonrio por haber hecho una deducción lógica, mientras las chicas siguien sin hablarse, sin reir y hoy incluso miran en direcciones contrarias. Algo se ha comido la felicidad del primer día.
Cuando bajo del autobús lo comento con mis amigos y uno me aconseja que lo pnoga en este blog. "Quizás algún día" pensé.
Día 4:
Han pasado unos días (o semanas). He pensado varias veces en poner este tema en el blog, pero siempre tengo otras paranoias.
De repente, en su parada y a su hora, sube una de las chicas, sola, con su uniforme. Se queda en medio del autobús y se queda en silencio mirando al suelo. Se convierte en atrezzo de autobús.
Me sonrio y pienso "El ecosistema del TUA, he de poner esto en el blog."
4 comentarios:
Muy bueno el comentario de "Me miro. No estoy desnudo".
No he leido casi tu blog, pero te aseguro que a partir de ahora leeré las nuevas entradas que hagas :).
vaya, te ha salido otro admirador/a xDD
Intersante experimento, se hubiera necesitado un analisis un poco mas exhaustivo para saber las causas de su mutua separacion...
Dulivan
PD: a ver para cuando experimentos con los que conoces :D
Interesante post. La verdad es que basta observar un día a una persona totalmente anónima para que se te ocurran cosas que escribir, ¿cómo será su vida? ¿será feliz? ¿en qué o quién pensará cuando se queda mirando de esa forma al infinito? :)
Por cierto, muy gracioso lo de "Me miro. No estoy desnudo." :D
Saludos
Realmente interesante.
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