El Dr Blogspot abre la puerte y deja a pasar a W. Riter.
B: Buenos dias W. ¿Qué tal está?
W: Pse... lo normal...
B: ¿Qué te inquieta estos días?
W: Vaya, a eso le llamo ir al grano...
B: Le cobro por horas señor Riter.
W: Cierto. Verá, me he dado cuenta de otro problema. La gente no me entiende.
B: Yo te entiendo.
W: Porque usted hace preguntas. No se queda solo en lo que le cuento. Discurre y conversa sobre ello.
B: Bueno, para eso me paga ¿no?
W: Pero la gente no lo hace.
B: Si la gente lo hiciera gratis, ¿qué haríamos los doctores? Cada mañana me levanto rezando por que el ser humano siga siendo incapaz de preguntar a los demás.
W: Vaya, eso no es muy solidario Doctor.
B: Pero ¿y tú? ¿Preguntas a la gente?
W: Bueno... No sé, supongo que a veces.
B: Es curioso, solo oigo el "no"...
W: En realidad sí. Cuando es un tema en el que puedo hacer algo por ayudar, o que me interesa, procuro enterarme más, si la otra persona quiere, claro.
B: Es decir, solo preguntas cuando el tema te interesa. ¿No importa el interés que le dé la otra persona o que el tema sea nuevo para ti?
W: Bueno... la verdad es que siempre he sido famoso por escuchar pacientemente a los demás.
B: Escuchas pero no te interesas... si una pared tuviera orejas pintadas produciría el mismo efecto que tú. Si no aportas nada lo mismo da hablarte a ti que hablar a tu perra.
W: Pero yo luego, a veces, recapacito sobre el tema tratado.
B: ¿A veces? ¿Solo cuando te interesa? Pero más importante que eso, ¿Comunicas tus conclusiones al que habla?
W: EL tema no vuelve a surgir...
B: Los temas no surgen, los temas son sacados por personas, por miembros del grupo de hablantes, y tú eres uno ¿no?
W: Pero los demás hablantes pueden tener otros temas, no les voy a imponer uno.
B: Los demás hablantes no van a volver a repetirte lo que ya dijeron hasta que tú respondas algo. Vendrías aquí quejándote de tener amigos repetitivos.
W: Pero no estabamos hablando de eso.
B: ¿No? ¿Vas a imponerme otro tema?
W: Yo le pago. Y quiero hablar sobre la incapacidad de los demás para comprender lo que digo.
B: Explíquese. Ponga un ejemplo.
W: Hace poco hablaba con alguno de mis amigos sobre cierta probabilidad, que puede parecer estúpida, pero que yo no veo como tal...
B: ¿Se refiere a su paranoia sobre el destino?
W: Preferiría no usar la palabra "paranoia".
B: Lo siento, argot profesional.
W: Pues eso. Discutí con uno de ellos largo y tendido, hasta que me acusó de usar razonamientos ocultos que quedaban fuera del tema.
B: ¿Era cierto?
W: No. Pero no fui capaz de hacerle ver que no era así. Hubo un momento en que llegué a pensar que él tenía razón, hasta que recordé que yo sé lo que yo pretendía al decir todo eso.
B: Así que su amigo simplemente se lió.
W: El hecho es que yo le dije que bajo esa reflexión había otra más abstracta. Quizás él entendiera que lo que quería discutir en realidad era lo abstracto.
B: ¿Por qué?
W: Sencillamente porque le dije que la discusión se englobaba dentro de la abstracta.
B: Un malentendido.
W: Luego lo discutí con otro y fui incapaz de hacerle comprender que yo no negaba el libre albedrío, simplemente lo ponía en duda.
B: ¿Y bien?
W: La discusión no pudo avanzar más. Parecía que yo fuera un monstruo que fuera a destruir su mundo y él se defendía.
B: Dios... ¿Y esa mierda te preocupa W? Hay muchas conversaciones en las que una parte se atasca, o en la que ambas partes hablan de cosas distintas.
W: Pero han sido muchas ocasiones en las que me ha ocurrido. A lo largo de mi vida mucha gente no me ha comprendido, me ha malentendido, por no indagar más.
B: Bueno, se acaba nuestro tiempo, así que acabaré con mis conclusiones.
W: Diga.
B: En mi opinión a sus amigos no les pasa nada. No son ellos los que se deben esforzar por comprenderte. Para eso ya está el cine de autor. Eres tú el que ha de comunicar sus inquietudes y filosofía de una manera efectiva.
W: No estoy seguro de eso.
B: Vamos. Si usted dice "gato" podemos morir antes de saber que quería decir exactamente. ¿Y cómo sabremos que no debemos seguir preguntando sobre las respuestas?
W: ¿Según usted debo ir con un diván a los bares con mis amigos y contarles mis traumas?
B: No. Debe asegurarse que aquello que quiere decir quede explicado. Si sus amigos reciben una información escasa y plana, no podrán hacer preguntas. Claro que nadie le comprende, porque usted no se explica.
W: Pero puedo convertirme en un pesado.
B: Eso es porque opina que a sus amgios no les interesa el tema. Por eso desecha contarles todas sus paranoias y viene a mi una vez cada semana, más o menos.
W: ...
B: Le contaré un secreto. Cuando me acuesto, rezo porque el ser humano siga siendo incapaz de hablar de las cosas que para él son importantes. Y durante el resto del día rezo para que el ser humano siga sin encontrar la capacidad para comunicarse.
3 comentarios:
Ese Dr Blogspot sabe lo que se dice.
Estoy de acuerdo con Roch.
Por cierto, el título del relato es como el de una canción de Bryan Addams muy muy guapa ;)
Saludos
¿Ah si? Pues Pink Floyd va a acabar denunciando a Bryan Adams... O eso o me equivoqué de cancion :P
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