martes, agosto 31, 2004

Viaje - - Maletas

Durante mi viaje a Sariñena, escribí una serie de posts, reflexiones de mente ociosa. Los dos primeros escritos en el autobús. El resto solo pensados.


Odio hacer las maletas. Creo que es la peor parte del viaje, y la razón es sencilla.

Soy una persona bastante racionalizadora y toda decisión debe ir precedida del consiguiente razonamiento y debe haber unas causas.
Esto está bien cuando hablamos de decisiones importantes. Un debate moral, una teoría... pero no debería ser así si hablamos de una simple y triste maleta.

Esta condición se extiende al resto de mi vida. No me gusta tomar decisiones apuradas, porque siento que algo escapa a mi control, algo que no he tenido en cuenta, lo que provoca, a su vez, que no interactue demasiado bien en tiempo real.

Otra cosecuencia es la dispersión. Si tienes varios proyectos, o ideas, o sombras de ideas, no bien definidas, pero que adivinas en la lejanía, dedicarte solo a una de ellas provoca abandonar las demás, en una elección en la que no sabes cual de las opciones es la mejor.

La otra opción, a la hora de tomar decisiones es que conlleve una acción traumática. Una barrera que no deseamos traspasar, un miedo que no deseamos afrontar o un sello que no se debe romper.
Pero este caso no se presenta en una maleta, ¿verdad? Y, después de todo, en este caso lo normal es que la decisión ya esté tomada, así que n entra en nuestro ámbito.

Mi maleta sigue vacía. No sé que ropa meter. En el desierto lo mismo hace calor que frio, no es tan predecible como parece.
Mi madre me mete prisa y va metiendo cosas en la maleta, así que cojo mis discos, el libro de Inteligencia Artificial, uno de Isaac Asimov y uno de Saramago, por si acaso me aburro de robots.

La maleta ya está hecha. la prisa ha rellenado la maleta, aunque yo no esté tranquilo con ella.

Sin embargo, cuando no sabes reconocer el momento en que debes dejar de pensar, el tiempo cumple el doble papel de enemigo que precipita los acontecimientos y de amigo que te da consejo.

2 comentarios:

Rochgs dijo...

!Vale, vale, lo se, lo reconozco!

Soy un perro snob, engreido, pretencioso, elitista, purista y extremadamente molesto, pero esto es superior a mis fuerzas...

En todo caso seras una personas "racionalista" (que tampoco es muy apropiado), "racional", o "cerebral" pero nunca "racionalizadora".

Dios mio... ¡Soy Frasier!

Anónimo dijo...

Jajajajajaja

R0ch n33ds b33r v3ry b4dly!

Loki
F33r my l33t!